El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el viernes cambios en los requisitos para que los productos adquiridos por el gobierno federal sean considerados «made in America» (hecho en Estados Unidos).
La modificación de la ley Buy American Act de 1978 aumentará gradualmente el porcentaje de los componentes de un producto que deben ser fabricados en el país para recibir la designación de «hecho en Estados Unidos». Con la norma actual, se necesita el 55 por ciento de un producto para cumplir ese requisito. El cambio aumentará esa cifra hasta el 75 por ciento en 2029.
«Sustancialmente todo va a empezar tener sentido sustancialmente todo», dijo Biden en un discurso el viernes.
El gobierno federal gasta más de 600,000 millones de dólares cada año en la compra de bienes y servicios, según un comunicado de la Casa Blanca.
La Administración de la Pequeña Empresa también creó una nueva oficina de manufactura y trabaja con la Hollings Manufacturing Extension Partnership para obtener productos estadounidenses para su compra con el dinero de los contribuyentes, según el comunicado.
Biden también anunció la creación de una nueva preferencia de precios, que permitirá al gobierno pagar más por los productos fabricados en Estados Unidos que sean críticos para la seguridad nacional o para la salud nacional. Entre ellos podrían estar los semiconductores, algunos ingredientes farmacéuticos y las baterías más avanzadas, añadió.
«Merece la pena que nos aseguremos de tener una capacidad nacional que nos proteja de la escasez y de las alzas de precios en el futuro», dijo Biden.
En su discurso del viernes, el presidente defendió que sus políticas junto con las inversiones del sector privado para aumentar la fabricación nacional garantizarán que el futuro económico del país y el «esfuerzo para combatir la crisis climática» se hagan en Estados Unidos.
«Lo que hemos visto en los últimos meses es una razón más para rechazar la visión derrotista de que las fuerzas de la automatización y la globalización significan que no podemos tener empleos sindicales bien remunerados fabricando aquí en Estados Unidos», dijo Biden.
El anuncio se produjo junto a la promesa de la filial estadounidense de la empresa tecnológica alemana Siemens de invertir 54 millones de dólares y crear 300 puestos de trabajo para la producción nacional de componentes eléctricos para estaciones de carga de vehículos eléctricos, centros de datos y centros industriales. Algunos de los puestos de trabajo estarán en California y Texas.
Biden también atribuyó a sus políticas el mérito de haber estimulado otras inversiones manufactureras recientes del sector privado. Entre ellas, la planta de fabricación de semiconductores que Intel tiene previsto construir por un valor de 20,000 millones de dólares en las afueras de Columbus, Ohio, y el anuncio de General Motors de que invertirá 7000 millones de dólares en la fabricación de vehículos eléctricos en áreas de Michigan.
El anuncio de Biden se produjo horas después de la publicación del informe de empleo de febrero del Departamento de Trabajo. El crecimiento del empleo en Estados Unidos superó las expectativas el mes pasado, ya que los empresarios añadieron 678,000 puestos de trabajo, mientras que el desempleo bajó al 3.8 por ciento, según el informe.
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