La administración Biden anunció que solo venderá tres licencias de petróleo y gas en alta mar en los próximos cinco años.
Durante los cinco años comprendidos entre 2024 y 2029, el DOI llevará a cabo «un máximo de tres posibles ventas de licencias de petróleo y gas» en la región del Golfo de México, previstas para 2025, 2027 y 2029, según un comunicado de prensa de la agencia del 29 de septiembre. Durante este periodo no se venderá petróleo ni gas en las aguas del Atlántico, el Pacífico y Alaska. Las tres ventas representan «el menor número de ventas de licencias de petróleo y gas de la historia», afirmó el departamento.
Los dos planes de licencias recientes, ambos propuestos bajo la administración Obama, incluían más de 10 ventas de arrendamiento cada uno. Mientras tanto, la administración Trump planeaba realizar 47 arrendamientos en alta mar entre 2022 y 2027.
El DOI propuso las tres ventas con el fin de cumplir con los requisitos de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) aprobada en agosto del año pasado, dijo.
La IRA incluía una disposición que establecía que las ventas significativas de licencias de petróleo y gas debían realizarse antes de emitir derechos de energía renovable. La disposición fue añadida a la IRA por el senador Joe Manchin (demócrata de Virginia Occidental) en respuesta al retraso y la cancelación por parte de la administración Biden de las ventas de licencias de petróleo y gas en tierras y aguas federales.
El DOI tiene prohibido conceder contratos de explotación eólica a menos que haya ofrecido 60 millones de acres para el licencias de petróleo y gas en alta mar en el año anterior, una disposición aplicable durante 10 años.
Las tres ventas de licencias son el «número mínimo» que permitirá a la agencia seguir ampliando su programa de licencias de energía eólica marina hasta 2030, según el comunicado. La administración Biden se ha fijado el objetivo de establecer 30 gigavatios de energía eólica marina para finales de esta década.
El departamento señaló que las tres ventas de licencias para 2024-2029 son «significativamente reducidas» respecto a la propuesta de la administración Trump de 47 ventas de licencias en las zonas costeras de Estados Unidos. La limitación del número de ventas de licencias de petróleo y gas estará en línea con el objetivo de la administración Biden de emisiones netas cero para 2050, declaró el DOI.
«La administración Biden-Harris está comprometida con la construcción de un futuro energético limpio que garantice la independencia energética de Estados Unidos», declaró la secretaria de Interior, Deb Haaland.
La propuesta de venta de licencias «marca el rumbo para que el Departamento apoye la creciente industria eólica marina y proteja contra la posibilidad de daños medioambientales e impactos adversos para las comunidades costeras.»
El plan del DOI ha suscitado fuertes críticas. «Indignante. Mientras los estadounidenses se enfrentan al aumento de los precios de la gasolina, Biden lanza el programa de petróleo en alta mar más pequeño de la historia de EE.UU.», dijo el representante Steve Scalise (R-La.) en un post del 29 de septiembre en X. «Esta Administración siempre pone a la mafia del clima por encima de usted y su familia».
En una declaración del 29 de septiembre, el senador Manchin calificó el plan del DOI de «fracaso de liderazgo», prometiendo hacer «responsable» a la Administración Biden.»
«Ahora está claro, sin sombra de duda, que sin el IRA, esta Administración habría acabado por completo con la explotación federal de petróleo y gas», afirmó.
Pero en lugar de adoptar las disposiciones de la IRA, «esta Administración ha decidido una vez más anteponer su agenda política radical a la seguridad energética estadounidense, y el pueblo estadounidense pagará el precio».
El «fracaso absoluto» de un plan
Tras la publicación del plan de licencias de petróleo y gas del DOI, Erik Milito, presidente de la Asociación Nacional de Industrias Oceánicas (NOIA), calificó el plan de «fracaso absoluto para el país».
«El enfoque del presidente Biden de limitar severamente las licencias restringe significativamente el acceso a un activo nacional crítico en un momento en que la inflación energética es rampante, la probabilidad de una recesión nacional se avecina y los esfuerzos mundiales se intensifican para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero», dijo.
«La Casa Blanca simplemente ignora nuestras realidades energéticas, limitando una vez más las oportunidades de producción de energía de EE.UU.».
Políticas regresivas como el programa de licencias DOI perjudicarán a los estadounidenses al ejercer una «presión al alza» sobre los precios de la energía en los surtidores, destruirán puestos de trabajo bien remunerados en las comunidades de la costa del Golfo y otorgarán el beneficio geopolítico de la producción energética a países como Irán, Rusia y China, declaró Milito.
Mike Sommers, presidente del Instituto Americano del Petróleo (API), dijo que la administración Biden opta por «políticas energéticas fracasadas».
«Este restrictivo programa de licencias en alta mar es la última táctica de una estrategia coordinada para reducir la producción de energía, debilitando en última instancia el dominio energético de Estados Unidos, limitando el acceso de los consumidores a una energía asequible y fiable, y comprometiendo nuestra capacidad de liderazgo en la escena mundial», afirmó.
«Durante décadas, hemos luchado por la seguridad energética, y esta administración sigue intentando regalarla».
En mayo del año pasado, el DOI canceló tres de las restantes licencias de petróleo y gas previstos en el plan en curso, que finaliza este año. El IRA obligó al gobierno de Biden a revocar la decisión.
De los tres, ahora solo queda uno: el contrato de licencias 261, que estaba previsto para esta semana. Sin embargo, se ha retrasado debido a un litigio.
El plan de venta reducido del DOI es la última de las numerosas políticas de la administración Biden contra los combustibles fósiles.
Después de llegar al poder en 2021, el presidente Biden canceló el oleoducto Keystone XL y emitió una moratoria sobre todas las actividades de licencias de petróleo y gas natural en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico. También revocó las órdenes de la era Trump que reducían las regulaciones en tierras federales al tiempo que ampliaban la capacidad de producir energía a nivel nacional.
A principios de este mes, el DOI anunció que retiraría más de 13 millones de acres de la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska (NPR-A) de las licencias de petróleo y gas. Además, se cancelarán siete contratos de 365,000 acres concedidos a la Autoridad de Desarrollo Industrial y Exportación de Alaska (AIDEA) en 2021.
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