El presidente Joe Biden anunció un nuevo objetivo de vacunación: aproximadamente la mitad de la población estadounidense para el 4 de julio.
Los funcionarios de la administración de Biden dijeron que el objetivo será aplicar al menos una vacuna contra el COVID-19 al 70 por ciento de los adultos en la nación y lograr que 160 millones de adultos estén completamente vacunados para el Día de la Independencia.
«Si progresamos hacia este objetivo, más y más estadounidenses obtendrán protección contra el COVID-19 (…) y Estados Unidos habrá dado un paso serio hacia el regreso a la normalidad», dijo un funcionario a los periodistas en una conferencia telefónica.
El objetivo surge mientras las autoridades se enfrentan a una creciente oposición contra la vacuna debido a las dudas sobre los efectos secundarios, la seguridad, la eficacia, la velocidad con la que se preparó, la desconfianza en las compañías farmacéuticas, la aversión a los pasaportes de las vacunas, y la falta de una aprobación completa por parte de la FDA.
El funcionario señaló que 105 millones de estadounidenses están actualmente completamente vacunados y más del 56 por ciento de los adultos estadounidenses (147 millones de personas) han recibido al menos una inyección.
El gobierno asumirá la tarea de hacer que las vacunas sean más accesibles al ordenar a un gran número de farmacias que proporcionen citas de vacunación sin cita previa, aprovechando la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias «para apoyar más clínicas emergentes», dijo la Casa Blanca en una declaración.
Desde el 14 de diciembre de 2020 hasta el 3 de mayo del presente año, el Sistema de notificación de eventos adversos de vacunas disponible públicamente recibió 4178 informes de muertes entre personas que recibieron una vacuna contra el COVID-19.
Una encuesta de Gallup publicada esta semana sostiene que alrededor de 1300 millones de personas en todo el mundo no querrían vacunarse contra el COVID-19 si se les ofreciera de forma gratuita.
Un portavoz de America’s Frontline Doctors le dijo a The Epoch Times por correo electrónico que la gran cantidad de personas que rechazan la idea de la vacuna «no debería sorprender a nadie, en particular a los de países donde años de gobierno autoritario hicieron que la gente fuera naturalmente más cautelosa sobre la aceptación ciega de los mandatos gubernamentales».
“La indecisión entre las personas es natural y no debería tratarse como controversial. Eso a menudo refleja una desconfianza en la información proporcionada por el gobierno o un deseo de examinar más evidencia y efectividad antes de tomar cualquier medicamento», dijo el portavoz.
Comparación con las vacunas contra la influenza
Ninguna de las vacunas de ARNm está aprobada por la FDA, sino que tiene Autorización de Uso de Emergencia (EUA). Esto representa un alejamiento de las vacunas tradicionales en el sentido de que no utilizan ninguna parte del patógeno sospechoso para estimular el sistema inmunológico, sino más bien el ARN mensajero de nucleósidos.
El Dr. Christian Perrone, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital de Garches en Francia, declaró en una denuncia (pdf) presentada en Europa:
“Las primeras vacunas que nos ofrecen no son vacunas. Son productos de terapia génica. Ellos (…) inyectan ácidos nucleicos que harán que nuestras propias células produzcan elementos del virus».
La tasa de mortalidad luego de la vacunación con ARNm contra el COVID es mucho más alta que la de la vacunación contra la influenza.
Con información de Meiling Lee, Celia Farber, y Reuters.
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