WASHINGTON— El presidente Joe Biden se dirigió el 14 de julio a la nación desde el Despacho Oval, destacando la necesidad de «bajar el tono en nuestra política» tras el atentado contra su rival político de 2024, el expresidente Donald Trump.
«No somos enemigos. Somos vecinos o amigos, compañeros de trabajo, ciudadanos y, lo más importante, somos nuestros compatriotas estadounidenses», dijo el presidente. «Debemos permanecer unidos».
Era su primer discurso en el Despacho Oval desde el atentado terrorista de Hamás en Israel del 7 de octubre del año pasado. Habló durante algo más de 6 minutos.
Dijo que la retórica política en el país «se ha calentado mucho».
«Es hora de enfriarla», dijo el presidente.
El tiroteo, señaló, llama a los estadounidenses a «dar un paso atrás, hacer balance de dónde estamos, cómo avanzamos desde aquí».
El presidente reiteró su condena al ataque: «No hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia, para ninguna violencia jamás. Punto. Sin excepciones».
«El poder de cambiar América debería estar siempre en manos de la gente—no en manos de aspirantes a asesinos», añadió el presidente.
Las autoridades identificaron al tirador fallecido como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, de Bethel Park (Pensilvania). Según el Servicio Secreto, Crooks realizó múltiples disparos desde una posición elevada cerca del lugar del mitin antes de ser abatido por agentes del Servicio Secreto.
Una bala perforó la oreja derecha del expresidente Trump. El presunto candidato presidencial republicano hizo un llamamiento a la unidad el 14 de julio, añadiendo que creía que Dios le había salvado la vida. Un asistente al mitin, Corey Comperatore, bombero y padre de dos hijos, murió en el ataque. Otros dos resultaron gravemente heridos.
«El desacuerdo es inevitable en la democracia estadounidense. Forma parte de la naturaleza humana. Pero la política nunca debe ser un pequeño campo de batalla y, Dios no lo quiera, un campo de muerte», dijo el presidente Biden durante su discurso en el Despacho Oval.
Antes habló con la prensa desde la Sala Roosevelt de la Casa Blanca, afirmando que ha pedido una «revisión independiente» de la seguridad en el mitin de Pensilvania. Prometió compartir los resultados de esa revisión con el público.
El presidente dijo que el FBI está llevando a cabo su investigación, que aún está en sus primeras etapas, e instó a la gente a no hacer suposiciones.
«Todavía no conocemos el motivo del tirador. No conocemos sus opiniones o afiliaciones», dijo el presidente durante su intervención en el Despacho Oval.
También ordenó al Servicio Secreto que revise todas las medidas de seguridad para la Convención Nacional Republicana, que comienza el 14 de julio en Milwaukee. El expresidente Trump ha dicho que seguirá asistiendo a la convención, y está previsto que acepte formalmente la nominación del RNC para presentarse a un segundo mandato en la Casa Blanca el 18 de julio.
El presidente Biden ha pospuesto su viaje del 15 de julio a Austin (Texas), donde tenía previsto pronunciar un discurso para conmemorar el 60 aniversario de la Ley de Derechos Civiles. Según la Casa Blanca, el presidente seguirá recibiendo sesiones informativas en la Sala de Situación mañana por la mañana antes de dirigirse a Las Vegas.
Además, la vicepresidenta Kamala Harris pospuso su viaje de campaña previsto al sur de Florida el 14 de julio.
El presidente Biden dijo anteriormente que habló con su predecesor anoche después del incidente, describiendo la llamada como «una conversación corta pero buena».
El presidente también ofreció sus condolencias a la familia del hombre que murió durante el incidente.
Según el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, el Sr. Comperatore murió al sacrificar su cuerpo para proteger a su familia de los disparos.
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