El gobierno de Biden ha anunciado planes para bloquear todas las nuevas perforaciones de petróleo y gas en los océanos Atlántico y Pacífico, mientras que podría permitir un puñado de nuevos arrendamientos en la costa de Alaska y en el Golfo de México, trazando un curso diferente de un plan de la era de Trump que trató de ampliar la perforación en alta mar para reforzar la seguridad energética de Estados Unidos.
El borrador del plan, publicado el 1 de julio por el Departamento del Interior, plantea varias opciones para que el público opine sobre cuántas ventas de arrendamiento de petróleo y gas en alta mar deberían realizarse en los próximos cinco años, que van desde casi una docena de nuevos arrendamientos hasta cero.
«El plan propuesto presenta varias opciones, desde ninguna venta de arrendamiento hasta 11 ventas de arrendamiento en los próximos cinco años», dijo la secretaria del Departamento del Interior, Deb Haaland, en un comunicado. «El momento de que el público opine sobre nuestro futuro es ahora».
En el Borrador del Plan Propuesto (DPP) (pdf) se exponen detalladamente diez posibles nuevos arrendamientos en el Golfo de México y uno en la ensenada de Cook, frente a la costa meridional de Alaska.
No se han tenido en cuenta los nuevos arrendamientos en las aguas federales de las costas del Atlántico y del Pacífico.
«Estrategia de energía en alta mar America-First»
Esto contrasta con una propuesta de la era Trump de 47 nuevos arrendamientos de perforación en alta mar, incluso en los océanos Atlántico y Pacífico.
El expresidente Donald Trump, que buscaba expandir la producción de combustibles fósiles de Estados Unidos como un baluarte contra las interrupciones del suministro y para reforzar la seguridad energética de Estados Unidos, emitió una orden ejecutiva en 2017 titulada «Implementación de una estrategia de energía en alta mar de América First».
En ella, Trump escribió que «el aumento de la producción nacional de energía en tierras y aguas federales fortalece la seguridad de la nación y reduce la dependencia de la energía importada», y añadió que «los bajos precios de la energía, impulsados por un mayor suministro de energía estadounidense, beneficiarán a las familias estadounidenses y ayudarán a revigorizar la fabricación estadounidense y el crecimiento del empleo».
El gobierno de Biden, por el contrario, ha tratado de reprimir los combustibles fósiles como parte de su lucha contra el cambio climático. El presidente Joe Biden ha tomado medidas como el bloqueo del proyecto de oleoducto Keystone XL y la emisión de una orden ejecutiva que congeló nuevos arrendamientos de petróleo y gas en tierras y aguas federales.
Los precios del petróleo se han disparado a máximos de varios años desde que Biden asumió el cargo, mientras que el precio de la gasolina se ha disparado a máximos históricos, lo que ha llevado a la Administración de Biden a tomar medidas como presionar a la OPEP para que aumente la producción, liberar las reservas de petróleo de la reserva estratégica, pedir a las refinerías que aumenten la producción y exigir a las empresas que amplíen la producción en los arrendamientos existentes.
«Imprudente»
El anuncio del Departamento del Interior de que está considerando hasta 11 nuevos arrendamientos fue recibido con críticas por parte de una serie de grupos ecologistas, que lo vieron como un retroceso en la promesa de eliminar los combustibles fósiles.
«Las perforaciones en alta mar son responsables de una cuarta parte de los gases de efecto invernadero que Estados Unidos expulsa a la atmósfera», dijo en un tuit el grupo ecologista Friends of the Earth. «@POTUS, su Plan Quinquenal ¡debe proteger el clima y las comunidades e impedir nuevos arrendamientos de petróleo y gas!».
«El presidente Biden hizo campaña sobre el liderazgo climático, pero parece dispuesto a decepcionarnos en el peor momento posible», dijo en un comunicado Brady Bradshaw, responsable de la campaña sobre los océanos de Center for Biological Diversity. «La imprudente aprobación de más perforaciones en alta mar significaría más derrames de petróleo, más vida silvestre muerta y más comunidades contaminadas».
Otros criticaron que se eliminara la consideración de nuevos arrendamientos en los océanos Atlántico y Pacífico y la posibilidad de que no haya nuevos arrendamientos en el Golfo de México y en la costa de Alaska.
«Aparentemente, sí a las turbinas eólicas en el camino de los huracanes y no a la perforación en alta mar para el suministro de energía crítica durante una crisis energética», dijo Josh Young, director de Inversiones de Bison Interests, en un tuit. El gobierno de Biden lanzó recientemente una asociación con media docena de gobernadores estatales para acelerar la energía eólica marina en la costa este.
El presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Marty Durbin, declaró a Reuters que el plan propuesto enviaba «señales contradictorias» a las empresas.
«Una energía fiable y asequible requiere una planificación a largo plazo, un enfoque que abarque a todo el gobierno y señales claras para el mercado», dijo Durbin al medio. «Esta propuesta no ofrece nada de eso».
El Centro para el Progreso Americano, un centro de estudios liberal, dijo a Reuters que es bueno que el proyecto de plan incluya «una opción de no perforación en igualdad de condiciones con las opciones de perforación» y dijo que presionaría por esa opción.
Matt Wolking, un estratega republicano y vicepresidente de comunicaciones en Axiom Strategies, usó Twitter para criticar el bloqueo de la Administración Biden o la reducción significativa en el número de potenciales nuevos arrendamientos de petróleo y gas en comparación con el plan de la era Trump.
«Los altos precios del gas son el objetivo», dijo Wolking en un tuit.
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