La Casa Blanca espera restablecer un diálogo regular con Beijing, meses después de que un globo espía chino sobrevolara el espacio aéreo estadounidense, provocando que el secretario de Estado Antony Blinken cancelara su viaje previsto a China a principios de febrero y tensando aún más las relaciones entre ambos países.
Washington planea iniciar primero un compromiso a nivel de gabinete, esperando que desemboque en la reanudación de las conversaciones entre el presidente Joe Biden y su homólogo, Xi Jinping.
Washington y Beijing llevan casi dos meses discutiendo un posible viaje a China de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, para reanudar el diálogo económico. Sin embargo, hasta ahora no se ha tomado ninguna decisión.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, confirmó que la Administración sigue en conversaciones con China sobre un posible viaje de ambas secretarias para tratar cuestiones comerciales y económicas.
«El presidente considera nuestra relación con China como una competencia estratégica. También cree que Estados Unidos está en una gran posición para tener éxito en esa competición», dijo Kirby a The Epoch Times. «No buscamos el conflicto con China, y queremos mantener abiertas las líneas de comunicación».
En una entrevista reciente, Blinken también expresó su deseo de visitar pronto China.
«Creo que es importante (…) que restablezcamos líneas regulares de comunicación a todos los niveles y en todo nuestro gobierno», declaró a The Washington Post el 3 de mayo.
Afirmó que la administración tiene mucho interés en garantizar que la competencia entre ambos países «no derive en conflicto».
La reunión entre el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, y la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, en California a principios de abril, seguida de las maniobras militares de China en torno a Taiwán, ha deteriorado aún más las relaciones entre Estados Unidos y China.
El 17 de abril, el Departamento de Justicia acusó a dos individuos de dirigir una comisaría secreta en el barrio chino de Manhattan en nombre del régimen chino, lo que enfureció a Washington. La Casa Blanca condenó a Beijing por su represión transnacional y su influencia maligna.
«Ese tipo de comportamiento es inaceptable», dijo Kirby.
A pesar de la creciente tensión entre los dos países en numerosos frentes, se dice que Biden está buscando otra cumbre con Xi, pero Beijing lo ha ignorado. Ambos líderes se reunieron por última vez el 14 de noviembre en Bali (Indonesia), al margen de la cumbre del G-20.
«A estas alturas, Xi ni siquiera acepta una llamada telefónica del presidente estadounidense», afirmó Josh Rogin, columnista del Washington Post, en un artículo reciente.
Argumentaba que la búsqueda de la diplomacia económica por parte de Biden es arriesgada y no llevará a ninguna parte.
«Buscar ese diálogo tiene sentido político, pero corre el riesgo de elevar la presión de Estados Unidos sobre China sin lograr ganancias reales a cambio».
Cuando se le preguntó por qué la Administración Biden sigue buscando una reunión con China a la luz de toda la frustración en Washington, Kirby declaró que es esencial abordar las cuestiones a través del diálogo.
«Mire, la relación entre Estados Unidos y China es la relación bilateral más importante del mundo», dijo, y añadió que gran parte de esa importancia se debe a cuestiones económicas y comerciales más que a problemas de seguridad.
«Por eso es importante que el secretario Blinken vuelva a Beijing. Por eso es importante que las secretarias Yellen y Raimondo también vayan allí para hablar de estos temas. Precisamente porque no estamos de acuerdo en todo con los chinos, queremos seguir hablando con ellos».
El mes pasado, funcionarios del Departamento de Comercio viajaron a Beijing y Shanghái para sentar las bases de un posible viaje de la secretaria Raimondo.
El Departamento de Comercio no respondió a una solicitud de comentarios sobre el estado del viaje de Raimondo.
En abril, Yellen también dijo que esperaba viajar a Beijing «en el momento oportuno».
«Mi esperanza es entablar un diálogo importante y sustantivo sobre cuestiones económicas con mi nuevo homólogo del gobierno chino», dijo durante un discurso sobre la relación económica entre Estados Unidos y China en la Universidad Johns Hopkins.
El Departamento del Tesoro no respondió a una petición de comentarios sobre un posible viaje.
En un discurso reciente, el embajador de EE. UU. en China, Nicholas Burns, destacó los retos a los que se enfrentaba para descongelar las relaciones con Beijing.
«Lo que realmente necesitamos es un compromiso más amplio a nivel de gabinete, y Estados Unidos está preparado para ello», dijo Burns el 2 de mayo en un acto del Centro Stimson.
«Así que esperamos que el gobierno de aquí también esté preparado. Y me resulta difícil predecir en este momento cuándo volverá a producirse este tipo de compromiso, pero nunca hemos apoyado una congelación de esta relación».
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