El presidente Joe Biden dijo el domingo que confía en que un proyecto de ley de control de armas pueda ser aprobado por el Senado, después de dos tiroteos masivos en marzo.
«Soy el único que ha conseguido que se aprueben», dijo Biden a los periodistas el domingo, refiriéndose a la prohibición de las «armas de asalto» de 1994 que él ayudó a aprobar en el Senado, y que expiró en 2005. «La única legislación de control de armas que se ha aprobado es la mía. Va a volver a pasar».
El viernes, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los periodistas en una conferencia de prensa que Biden firmará una orden ejecutiva sobre el control de armas y citó los tiroteos masivos en Atlanta y Boulder, Colorado. Los demócratas del Congreso, mientras tanto, han intentado presionar a Biden para que tome medidas sobre las leyes de armas, pero no está claro cuáles.
Los legisladores del Partido Republicano probablemente se resistirán a cualquier nueva medida de control de armas, argumentando que viola la Segunda Enmienda de la Constitución.
«Biden acaba de decir claramente que ciertamente vendrá por nuestras armas, es solo cuestión de tiempo. La Segunda Enmienda es clara al respecto, Joe. El momento es nunca», escribió en Twitter durante el fin de semana la representante Lauren Boebert (R-Colo.), una fuerte defensora de los derechos de las armas.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA) ha criticado con frecuencia la prohibición de las armas de asalto de 1994 y la semana pasada escribió que las nuevas propuestas de control de armas no funcionan.
«Casi todos los atacantes en masa pasaron una verificación de antecedentes o eludieron el sistema ilegalmente», escribió la NRA en un tuit. «[Los estudios financiados por el Departamento de Justicia] descubrieron que la prohibición de las ‘armas de asalto’ del 94, apoyada por Biden, fue un fracaso».
El impulso al control de armas, por otro lado, se produce en un momento en el que los estadounidenses están comprando cada vez más armas de fuego en medio de la pandemia de la COVID-19 y de los disturbios del pasado verano. Las ventas de armas en enero alcanzaron un máximo histórico tras el récord de compras de 2020, según las cifras proporcionadas por el FBI.
Y, según la Fundación Nacional de Deportes de Tiro (NSSF), hasta 8.5 millones de personas compraron su primera pistola en 2020. Además, los datos del FBI muestran que el Sistema Nacional de Verificación Instantánea de Antecedentes Penales (NICS) procesó más de 4,317,000 solicitudes de verificación de antecedentes para la compra de armas en enero de este año, la cifra más alta para un solo mes desde noviembre de 1998.
En febrero, el NICS procesó más de 3,442,000 comprobaciones de antecedentes en todo el país, entre las cuales siete estados tuvieron más de 100,000 solicitudes. El total de enero y febrero de 2021 se acerca al número de comprobaciones de antecedentes completadas en todo el año 2000.
Samuel Allegri contribuyó a la elaboración de este artículo.
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