El viernes el candidato presidencial demócrata Joe Biden contradijo directamente la posición del fiscal general William Barr y dijo que es Rusia, y no China, quien plantea la mayor amenaza para la seguridad de las elecciones para Estados Unidos.
«Hay muchos países alrededor del mundo que creo estarían felices de ver nuestras elecciones desestabilizadas, pero el que está trabajando más duro, más consistentemente y que nunca ha aflojado es Rusia», dijo Biden a los periodistas en Wilmington, Delaware, el 4 de septiembre.
«No es consistente con los informes que he recibido. Es un fiscal general bastante malo, pero es un oficial de inteligencia realmente malo», añadió el exvicepresidente.
Barr dijo a CNN el jueves que creer que China representa la mayor amenaza.
“Creo que es China”, dijo Barr. «Porque he visto la inteligencia. Eso es lo que concluí».
El Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad (NCSC) evaluó en julio que China, Rusia e Irán están buscando socavar las elecciones estadounidenses de 2020. El director de la NCSC, William Evanina, dijo el mes pasado que China prefiere que Trump pierda las elecciones de 2020.
Barr señaló que no se sorprendería «si Rusia intenta algo de nuevo».
«La influencia básicamente son dos tipos de cosas. Es hackear y soltar, ingresas al sistema de correo electrónico de alguien y luego intentas revelar documentos vergonzosos. No me sorprendería si intentaran algo así, o si cualquier otro país lo intentara. La otra forma son las redes sociales y publicar cosas en las redes sociales”, dijo el fiscal general.
De acuerdo con Evanina, Beijing está redoblando sus esfuerzos de influencia al intentar moldear la política de EE. UU., presionar a las figuras políticas y contrarrestar las críticas a China. Moscú, al mismo tiempo, está usando trolls de Internet y otros representantes para difundir desinformación y debilitar la confianza en las elecciones.
«Beijing reconoce que sus esfuerzos pueden afectar las elecciones presidenciales», dijo Evanina. «El objetivo permanente de Rusia es debilitar a Estados Unidos y reducir nuestro papel global».
Biden dijo que cree que «cualquier país que se involucre en cualquier actividad para deslegitimar o afectar las elecciones de Estados Unidos está violando directamente nuestra soveranía».
«Y si soy presidente de Estados Unidos, habrá una respuesta», dijo el candidato presidencial.
La campaña de Trump no respondió a una solicitud de comentarios.
La postura cada vez más dura de la administración de Trump contra China, incluyendo el cierre forzado del consulado chino en Houston, ha llevado a una incremento en las críticas contra la administración, de acuerdo con Evanina.
“Aunque China seguirá sopesando los riesgos y beneficios de una acción agresiva, su retórica pública en los últimos meses ha aumentado las críticas a la respuesta de la actual administración frente a COVID-19, el cierre del consulado chino en Houston y las acciones en otros asuntos”, dijo Evanina.
“Por ejemplo, ha criticado duramente las declaraciones y acciones de la Administración sobre Hong Kong, TikTok, el estatus legal del Mar de la China Meridional y los esfuerzos de China por dominar el mercado 5G. Beijing reconoce que todos estos esfuerzos podrían afectar la carrera presidencial”.
El sistema electoral estadounidense es excepcionalmente resistente a la interferencia extranjera, debido en parte a los diversos sistemas empleados por cada estado. Según la NSCS, los controles a nivel estatal y la auditoría poselectoral hacen prácticamente imposible que un adversario extranjero perturbe ampliamente el proceso electoral o cambie el recuento de votos sin ser detectado.
Zachary Stieber contribuyó a este informe.
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