El presidente Joe Biden, dijo que le dijeron el viernes que debía seguir recibiendo la comunión, después de recibir críticas por su apoyo al aborto.
Biden se reunió con el papa Francisco en la Ciudad del Vaticano a puerta cerrada.
El tema del aborto no salió a relucir, dijo el presidente a varios periodistas después.
«Solo hablamos del hecho de que él estaba contento de que yo fuera un buen católico», afirmó.
Cuando le preguntaron si el Papa había dicho que debía seguir recibiendo la comunión, Biden dijo «sí».
Biden corre el riesgo de que se le niegue la comunión desde que la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU. votó en junio la aprobación de la redacción de un documento relativo a cómo deben ser tratados los partidarios del aborto. A la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), otra católica que apoya el aborto, se le dijo al mes siguiente que «nadie puede pretender ser un católico devoto y aprobar el asesinato de una vida humana inocente, y mucho menos que el gobierno pague por ello».
Biden dijo a la prensa que no comulgó con el Papa. Cuando le preguntaron si había hablado de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, dijo que eso era una «conversación privada».
El Papa ha dicho antes que los católicos que apoyan el aborto no deben ser excomulgados. Sin embargo, ha dicho que no hay duda de que «el aborto es un homicidio».
Un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede dijo que la conversación entre el Papa y Biden se centró en «su compromiso común con la protección y el cuidado del planeta, la situación sanitaria y la lucha contra la pandemia de la COVID-19, así como la cuestión de los refugiados, y cómo proporcionar asistencia a los migrantes», dijo un artículo de Vatican News.
Un anuncio de la Casa Blanca dijo que Biden agradeció al Papa «su defensa de los pobres del mundo y de los que sufren hambre, conflictos y persecución», y alabó su «liderazgo en la lucha contra la crisis climática, así como su defensa para asegurar que la pandemia termine para todos mediante el reparto de vacunas y una recuperación económica mundial equitativa».
Cuando le preguntaron hace unos días si Biden tenía previsto hablar del aborto con el Papa, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, declinó responder.
Cuando le preguntaron si el presidente comulgaría con el Papa, dijo que «eso es algo muy personal».
«Su fe es algo que es muy personal para él. No tengo nada que compartir en este momento sobre eso», añadió.
Ambos también hablaron sobre la protección de los derechos humanos durante la audiencia de aproximadamente 90 minutos, a la que siguió una reunión ampliada que incluyó a la primera dama de EE. UU., Jill Biden, y a funcionarios como el secretario de Estado, Antony Blinken.
Durante la visita, Biden y el Papa intercambiaron regalos y bromas. En un momento dado, Biden bromeó diciendo que «pagaría las bebidas» si el Papa no tenía una medalla conmemorativa que le regaló.
Biden se reunió después con el cardenal Pietro Parolin antes de abandonar el Vaticano y reunirse con el presidente italiano Mattarella, el primer ministro italiano Mario Draghi y otros funcionarios italianos.
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