El presidente Joe Biden dijo el jueves a los periodistas que no firmará el acuerdo de infraestructura bipartidista si el Congreso no aprueba también otra medida–una resolución presupuestaria que los demócratas llaman «infraestructura humana» que quieren impulsar a través de la reconciliación para evitar el filibusterismo del Senado.
Biden dijo a los periodistas en la Casa Blanca que no firmaría el acuerdo bipartidista si era el «único» que llega a su escritorio.
«No solo estoy firmando el proyecto de ley bipartidista y olvidándome del resto que propuse», dijo más tarde, y agregó que el paquete impulsado por los demócratas que busca expandir la red de seguridad social de la nación es «igualmente importante» que el proyecto de ley bipartidista que se ocupa de las necesidades de infraestructura más física y tradicional.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), quien dijo en una conferencia de prensa en el Capitolio el jueves temprano que no organizará una votación sobre el proyecto de ley de infraestructura bipartidista «hasta que el Senado apruebe el proyecto de ley bipartidista y el proyecto de ley de reconciliación».
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), dijo que apoya el plan de Pelosi y lo calificó como «una buena manera de garantizar que ambos extremos sigan adelante».
Biden estuvo de acuerdo con sus colegas demócratas y dijo a los reporteros el jueves: “Voy a trabajar en estrecha colaboración con la presidenta Pelosi y el líder Schumer para asegurarme de que ambos avancen en el proceso legislativo con prontitud y en conjunto. Permítanme enfatizar eso: y en conjunto».
Se proyecta que el acuerdo bipartidista de infraestructura que anunció Biden más temprano en el día costará USD 973,000 millones en cinco años–USD 579,000 millones de los cuales son nuevos gastos. El costo total aumentaría a USD 1.2 billones si se proyecta en un período de ocho años. El nuevo gasto se destinará a la construcción de carreteras, puentes y carreteras, así como a infraestructura eléctrica y de banda ancha, transporte público e infraestructura de agua, entre otras iniciativas.
La resolución presupuestaria que los demócratas quieren aprobar en el Congreso involucra lo que propuso Biden en su Plan de Familias Estadounidenses, que incluye gastos en atención médica domiciliaria y cuidado infantil, educación y otras áreas. La medida ha sido denominada «infraestructura humana», a diferencia del proyecto de ley bipartidista que ofrece «infraestructura física».
Los demócratas quieren aprobar esta medida a través de un proceso del Senado llamado reconciliación, que solo requeriría una mayoría simple para aprobarse. De lo contrario, los demócratas tendrían que persuadir a 10 republicanos para que apoyen el proyecto de ley para cumplir con los 60 votos necesarios para poner fin a un filibusterismo. Schumer lanzó el proceso de reconciliación el 16 de junio.
Con la estrecha mayoría que tienen los demócratas en la cámara alta, el proyecto de ley podría teóricamente aprobarse sin el apoyo de los republicanos si todos los demócratas votan a favor del proyecto de ley. Ellos necesitarían obtener el apoyo de los moderados, incluidos los senadores Joe Manchin (D-W.Va.) y Kyrsten Sinema (D-Ariz.).
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), criticó las últimas declaraciones de Biden. “Menos de dos horas después de elogiar públicamente a nuestros colegas y de respaldar el acuerdo bipartidista, el presidente dio el paso extraordinario de amenazar con vetarlo. Casi te da vueltas la cabeza”, dijo en el Senado.
Uno de los 21 senadores que habían negociado el proyecto de ley bipartidista, el senador Lindsey Graham (R-S.C.), dijo en Twitter: “Si los informes son precisos de que el presidente Biden se niega a firmar un acuerdo bipartidista a menos que también se apruebe la reconciliación, eso sería ser el último punto de quiebre para mí».
«No me importa trabajar con la otra parte por el bien común, pero no voy a ser extorsionado por los demócratas liberales ni por nadie más», agregó.
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