El presidente Joe Biden ha declarado la emergencia en California mientras el incendio Caldor sigue amenazando casas y negocios cerca del lago Tahoe, alimentado por potentes vientos y condiciones de sequedad.
La declaración autoriza la coordinación de las medidas de ayuda en caso de catástrofe por parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), dijo la Casa Blanca en una declaración.
El gobernador Gavin Newsom agradeció al presidente la aprobación de la declaración de emergencia que ayudará a California a obtener asistencia federal para la respuesta de emergencia y las labores de recuperación en los condados de El Dorado, Amador, Alpine y Placer.
«Agradecemos al presidente Biden y a la vicepresidenta Harris su firme apoyo a California mientras luchamos contra estos desafiantes incendios», declaró Newsom. «Nuestra continua asociación con el gobierno federal es fundamental para proteger a las comunidades y garantizar que los californianos afectados tengan los apoyos que necesitan para volver a ponerse en pie».
La declaración, aprobada apenas unas horas después de que Newsom presentara la solicitud, complementará los servicios de emergencia de los gobiernos estatales, locales y tribales para la protección de vidas, propiedades y la salud y seguridad públicas, dijo la oficina del gobernador en un comunicado de prensa.
El presidente declaró previamente desastres en los condados de Lassen, Nevada, Placer y Plumas por los incendios forestales de Dixie y River.
Según la Casa Blanca, el DHS y la FEMA están ahora autorizados a «identificar, movilizar y proporcionar, a su discreción, el equipo y los recursos necesarios para aliviar los impactos de la emergencia».
«Las medidas de protección de emergencia, limitadas a la asistencia federal directa, se proporcionarán con una financiación federal del 75 por ciento», añadió.
Aunque el tiempo favorable ayudó el miércoles a los bomberos que trabajan para salvar a las comunidades del extremo sur del lago Tahoe del incendio forestal que se aproxima, los funcionarios advirtieron que los fuertes vientos y las condiciones de sequedad hacen que las viviendas de la región alpina de California-Nevada sigan estando en peligro.
«Finalmente, tenemos algunas buenas noticias en el aspecto meteorológico de este incendio», dijo Jim Dudley, un meteorólogo asignado al incendio, en una sesión informativa el miércoles por la noche. Se esperaba que los vientos se calmaran significativamente en los próximos días, dijo, pero los riesgos permanecen con la humedad extremadamente baja.
El incendio de Caldor permanecía a unas tres millas al sur de la ciudad recientemente evacuada de South Lake Tahoe, moviéndose hacia el noreste en dirección a la frontera del estado con Nevada, dijo el portavoz de Cal Fire, Henry Herrera, a los periodistas el miércoles por la noche.
Las cuadrillas trataron desesperadamente de mantener las llamas alejadas de las comunidades urbanas, donde las casas están muy juntas y los centros comerciales, hoteles y otras estructuras proporcionarían aún más combustible a un incendio que hasta ahora se ha alimentado de árboles, hierbas, casas y cabañas dispersas.
«Todavía no estamos fuera de peligro. El fuego sigue avanzando», dijo Herrera.
Desde que comenzó el 14 de agosto, el incendio ha destruido al menos 700 casas y otras estructuras, y ha calcinado casi 320 millas cuadradas. Todavía amenaza a al menos 33,000 hogares y estructuras. El miércoles estaba contenido en un 20 por ciento.
Con información de Associated Press.
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