El exvicepresidente Joe Biden, el miércoles por la noche, estuvo de acuerdo con la decisión del presidente Donald Trump de retirar las tropas estadounidenses de Irak y Afganistán.
Al preguntarle si estaba de acuerdo con la decisión del presidente, Biden dijo: «Sí, lo estoy». Siempre y cuando tenga un plan para averiguar cómo va a tratar con ISIS».
Biden votó para autorizar la guerra en Irak en 2002. Luego admitió en un libro de 2007 publicado durante su candidatura presidencial en ese momento que fue un error.
A principios de este año, al final de un viaje a Michigan —un estado clave de disputa entre él y Trump están compitiendo antes de las elecciones presidenciales de noviembre— el exvicepresidente volvió a comentar que su voto había sido un error.
El miércoles, Estados Unidos anunció planes para retirar 2200 tropas de Irak antes de finales de septiembre. El repliegue de tropas reducirá el número de fuerzas estadounidenses a 3000.
«Seguimos ampliando nuestros programas de capacitación de aliados que habilitan a las fuerzas iraquíes y nos permiten reducir nuestra presencia en Irak», dijo el general de la marina, Frank McKenzie, jefe del Comando Central de EE. UU., durante una visita al país.
El anuncio de la desmilitarización se llevó a cabo luego que el presidente renovara recientemente sus críticas a la participación de EE. UU. en lo que él llama «guerras interminables». La guerra en Irak ha costado a los contribuyentes de Estados Unidos un estimado de 2 billones de dólares, con una gran parte de la suma que beneficia a los contratistas privados de defensa.
«Cazaremos a los terroristas que amenazan a nuestros ciudadanos y sacaremos a Estados Unidos de guerras extranjeras interminables y ridículas», dijo Trump en una reunión en Carolina del Norte sobre la política exterior de su administración el 8 de septiembre.
En junio, Estados Unidos e Irak afirmaron su compromiso del repliegue de las tropas estadounidenses en el país en los próximos meses, sin planes por parte de Washington de mantener bases permanentes o una presencia militar permanente.
En 2016, Trump hizo campaña para poner fin a las «guerras interminables» de Estados Unidos. Las tropas de EE. UU. permanecen en países como Afganistán, Irak y Siria, si bien en menor cantidad.
Estados Unidos e Irak comenzaron a discutir el repliegue parcial de las tropas estadounidenses en diciembre de 2019. La intensificación de las tensiones con Irán añadió más puntos a considerar en enero de 2020, cuando el Consejo de Representantes Iraquí votó una resolución para expulsar a todas las tropas extranjeras. El presidente Trump se negó inicialmente a retirar las tropas de Irak.
En marzo de 2020, la coalición liderada por EE. UU. citó los avances en la misión para erradicar el grupo terrorista ISIS y comenzó a enviar bases de nuevo a Irak. Cuatro bases fueron enviadas a principios de abril.
En junio, Estados Unidos e Irak comenzaron negociaciones virtuales sobre el repliegue, que se esperaba que duraran meses.
Las tropas estadounidenses se retiraron de la base de Taji el 23 de agosto. Aproximadamente una semana después, un funcionario de EE. UU. dijo que Washington reduciría las tropas de 5200 a 3500.
Trump dijo a los periodistas durante una reunión del 20 de agosto con el primer ministro de Irak que, en algún momento, Estados Unidos se retirará completamente de Irak.
«Hemos estado retirando nuestras tropas de Irak con bastante rapidez, y esperamos el día en que no tengamos que estar allí. Y esperamos que Irak pueda vivir su propia vida y pueda defenderse, lo que había estado haciendo mucho antes de que nos involucráramos», dijo.
El primer ministro, Adil Abdul-Mahdi, pidió en enero que Estados Unidos se preparara para replegar las tropas, pero más tarde dijo que dejaría la decisión a su sucesor.
La reunión de Trump fue con Mustafa Al-Kadhimi, que sucedió a Abdul-Mahdi. El nuevo primer ministro elogió a Estados Unidos por ayudar a derrotar al grupo terrorista ISIS y por derrotar al régimen de Saddam Hussein.
Estados Unidos retiró las tropas de Afganistán a principios de este año, logrando un objetivo acordado de 8600 efectivos.
Con información de Zachary Stieber.
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