Cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la propuesta presupuestaria de su administración, de 6.8 billones de dólares, en un discurso pronunciado el 9 de marzo, dijo que es hora de que el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy ( R- Calif.), anuncie su plan para que puedan explorar «línea por línea» y determinar las áreas de terreno común.
«Estoy dispuesto a reunirme con el presidente de la Cámara en cualquier momento», dijo Biden en un salón sindical en Filadelfia.
«Preséntenlo. Nosotros lo repasaremos, veremos en qué podemos estar de acuerdo, en qué discrepamos, y luego lo discutiremos en el Congreso».
El proyecto presupuestario de Biden propone elevar el tipo del impuesto de sociedades del 21% al 28%, lo que añadiría, según la Casa Blanca, 1.3 millones de dólares al Tesoro.
Además, elevaría del 20% al 39,6% el impuesto sobre las plusvalías de las rentas superiores al millón de dólares, generando USD 449,000 millones adicionales, añadió la Casa Blanca.
Entre otras propuestas, el proyecto presupuestario de Biden aumentaría la tasa máxima del impuesto sobre la renta del 37% al 39,6% para los estadounidenses que ganen más de USD 400,000, elevaría la tasa impositiva sobre los beneficios extranjeros de las empresas estadounidenses del 10.5% al 21%, aumentaría la sobretasa de Medicare del 3.8% al 5% para los estadounidenses que ganen más de USD 400,000 al año y estrenaría un impuesto mínimo del 25% para las personas con ingresos y activos superiores a 100 millones de dólares.
«Cuando crecí, el ‘goteo’ no funcionó para mi familia. Me presenté a la presidencia para reconstruir la columna vertebral del país —a clase media», dijo Biden. «En eso es en lo que mi presupuesto es una inversión».
Los republicanos, en respuesta, calificaron el presupuesto del presidente de «completamente poco serio».
«Propone billones en nuevos impuestos que usted y su familia pagarán directamente o a través de costos más altos», escribió el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), en un tuit antes del discurso de Biden. «Señor Presidente: Washington tiene un problema de gasto, NO de ingresos».
El senador Rick Scott (R-Fla.) advirtió que el plan de Biden «llevaría a la bancarrota a los floridanos».
«El presupuesto que [el presidente] propuso hoy muestra al pueblo estadounidense que él no los valora», dijo Scott en una declaración. «Si lo hiciera, se tomaría en serio la reducción de las regulaciones onerosas y se centraría en hacer crecer la economía para que las empresas estadounidenses puedan crear más empleos bien remunerados».
Alza de impuestos
Como en el discurso sobre el Estado de la Unión el mes pasado, Biden dijo que «mi plan es asegurarme de que las corporaciones empiecen a pagar lo que les corresponde».
«Solía ser del 35%, lo redujimos al 21 por ciento», dijo Biden sobre la tasa del impuesto de sociedades. «Creo que deberíamos estar pagando el 28%. Va a haber una verdadera lucha en eso, pero deberíamos estar pagando más del 21%».
Biden prometió que «nadie que gane menos de USD 400,000 verá subir un céntimo en impuestos federales. Ni un solo céntimo».
«Ningún multimillonario debería pagar menos impuestos que alguien que trabaja como maestro de escuela o bombero», dijo el presidente.
Biden provocó la ira de muchos republicanos en el discurso sobre el Estado de la Unión cuando afirmó que pretendían acabar con la Seguridad Social y Medicare. El 9 de marzo, entre aplausos, prometió que no lo permitiría.
«No permitiré que se destripen o eliminen, como amenazan con hacer los republicanos de MAGA», dijo el presidente. «Mi presupuesto no recortará prestaciones y definitivamente no eliminará programas como algunos de mis amigos republicanos MAGA quieren hacer».
Bajo el presupuesto de Biden, el «programa vital» se mantendrá «fuerte por generaciones sin recortar un solo centavo ni beneficios».
El plan presupuestario también prevé un aumento de USD 26,000 millones en el gasto del Pentágono, hasta USD 842,000 millones, lo que representa un aumento del 3.2% respecto a 2023; y unos USD 25.000 millones en seguridad fronteriza, lo que supone unos USD 800 millones más que en 2023.
El Congreso es el encargado de redactar el presupuesto federal, y no se espera que el plan de Biden sea aprobado por la Cámara de Representantes, controlada por el Partido Republicano.
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