El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó el miércoles un decreto ejecutivo que convierte el acoso sexual en un delito para los miembros de las fuerzas armadas.
En virtud del decreto, que entra en vigor el 26 de enero, el presidente convirtió el acoso sexual en un delito bajo el Código Uniforme de Justicia Militar y también reforzó la respuesta del sistema de justicia militar para procesar los casos de violencia doméstica.
El decreto también ajusta el código de justicia militar para tipificar como delito la difusión o distribución indebida de imágenes visuales íntimas, también conocida como porno de venganza.
«Esta tarde voy a firmar un decreto ejecutivo para tipificar el acoso sexual como delito en el Código Uniforme de Justicia Militar y para reforzar la respuesta del ejército a la violencia doméstica y a la difusión o distribución ilícita de imágenes visuales íntimas», anunció el presidente en Twitter.
Un comunicado de prensa de la Casa Blanca señala que los cambios responden a las recomendaciones clave de la Comisión de Revisión Independiente sobre Agresiones Sexuales en las Fuerzas Armadas (IRC), lanzada por el secretario de Defensa, Lloyd Austin, en marzo del año pasado.
«Honramos la valentía y el liderazgo de los muchos sobrevivientes y defensores que han luchado durante mucho tiempo por estos cambios críticos», dijo la Casa Blanca.
La tipificación del acoso sexual como delito en el ejército formó parte de la «Ley Yo soy Vanessa Guillén», incluida en la Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA).
La soldado del ejército Vanessa Guillén fue brutalmente asesinada a la edad de 20 años en abril de 2020, y sus restos fueron encontrados en junio de 2020. En ese momento, los familiares dijeron a los líderes del Ejército que Guillén había dicho que los superiores la habían acosado sexualmente antes de su muerte. Un informe del Ejército de EE.UU. indica que sus quejas por acoso sexual habían sido ignoradas por los oficiales de Fort Hood.
El decreto ahora hace posible que el personal de defensa denuncie los incidentes de acoso sexual a terceros en lugar de subir a su cadena de mando.
«Antes, cuando alguien como Vanessa era acosada o agredida sexualmente, tenía que denunciarlo a su mando», dijo a NewsNation la abogada de la familia Guillen, Natalie Khawam. «El problema con eso, es que los estudios demuestran que la mayoría de los acosos sexuales, las agresiones sexuales en realidad ocurren dentro de la cadena de mando».
La Casa Blanca agradeció a la familia sus esfuerzos por reformar el código militar. «El liderazgo y la determinación de la familia Guillén al abogar por el cambio subrayaron la necesidad de reformar la justicia militar, incluida la forma en que el Código Uniforme de Justicia Militar (UCMJ) aborda el acoso sexual», dice una declaración.
Las agresiones y el acoso sexual se han duplicado con creces en los últimos 10 años, según The Wall Street Journal. La Casa Blanca también citó la pandemia del COVID-19 como relacionada con el aumento de la violencia doméstica y las agresiones sexuales en Estados Unidos y en todo el mundo.
Los cambios se producen más de cuatro meses después de que el Pentágono dijera que tomaría medidas en relación con las recomendaciones clave del IRC sobre la lucha contra las agresiones sexuales en el ejército. En julio del año pasado el IRC formuló 82 recomendaciones tras reunirse con más de 600 personas, entre ellas dirigentes militares, miembros del servicio y supervivientes de agresiones sexuales.
En respuesta a las recomendaciones de la comisión, la subsecretaria de Defensa, Kathleen H. Hicks, esbozó en septiembre una estrategia para frustrar las agresiones sexuales en el ejército.
«Hasta la fecha, el acoso sexual y la agresión sexual han sido problemas graves en nuestras fuerzas, con consecuencias letales para los miembros del servicio y efectos perjudiciales para nuestra preparación para el combate», dijo Hicks.
«La lucha contra las agresiones sexuales y el acoso sexual en el ejército sigue siendo una prioridad para la secretaria Austin, para el presidente Biden y para mí. Seguimos avanzando rápida y deliberadamente, y [estamos] comprometidos con el camino que he trazado», añadió entonces Hicks.
En julio del año pasado, Biden también hizo hincapié en la necesidad de contrarrestar el acoso y las agresiones sexuales en el ejército.
«Nosotros necesitamos acciones concretas que cambien fundamentalmente el modo en que tratamos las agresiones sexuales en el ejército y que dejen claro que estos delitos no serán minimizados ni desestimados», dijo Biden.
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