El presidente Joe Biden firmó el viernes una orden ejecutiva destinada a aumentar la competencia en la economía estadounidense.
“Durante décadas, la consolidación corporativa se ha acelerado. En más del 75 % de las industrias estadounidenses, un número menor de grandes empresas controla ahora más del negocio que hace 20 años. Esto es cierto en la cobertura médica, los servicios financieros, la agricultura y más”, dijo la Casa Blanca en una hoja informativa publicada antes de la ceremonia de firma.
“Esa falta de competencia eleva los precios para los consumidores. A medida de que menos grandes actores han controlado una mayor parte del mercado, los márgenes (cargos sobre el costo) se han triplicado (pdf). Las familias están pagando precios más altos por artículos de primera necesidad—como medicamentos recetados, aparatos para oídos y servicio de Internet».
La orden incluye 72 iniciativas de más de una docena de agencias federales que ayudarán a promover la competencia, dice la administración Biden.
Eso incluye facilitar el cambio de trabajo y aumentar los salarios al prohibir o limitar los acuerdos de no competencia y los requisitos de licencias ocupacionales que se consideren innecesarios, reducir los precios de los medicamentos recetados, permitir que los aparatos para oídos se vendan sin receta en las farmacias, exigir la divulgación por adelantado de las aerolíneas de las tarifas adicionales y prohibir las tarifas de cancelación anticipada por parte de los proveedores de Internet que se consideren excesivas.
“El presidente Biden está tomando medidas decisivas para reducir la tendencia de consolidación corporativa, aumentar la competencia y brindar beneficios concretos a los consumidores, trabajadores, agricultores y pequeñas empresas de Estados Unidos”, dijo la Casa Blanca.
Un área clave es dirigida a las big tech, que incluyen a Facebook y a la empresa matriz de Google, Alphabet. La orden tiene como objetivo las llamadas adquisiciones asesinas, o cómo las big tech compran a los competidores potenciales, aumentando el escrutinio de tales compras o fusiones. La administración está acusando también a las plataformas de las big tech de recopilar demasiada información personal y está ordenando a la Comisión Federal de Comercio a establecer normas sobre vigilancia y acumulación de datos.
Las reticencias a las Big Tech es una de las pocas áreas en las que republicanos y demócratas están de acuerdo en que se necesita acción, aunque a veces difieren sobre cómo abordar el tema.
Aurelien Portuese, director de política antimonopolio e innovación de Information Technology and Innovation Foundation (ITIF), dijo que la orden muestra que «la Casa Blanca está intentando inmiscuirse en el trabajo de las agencias antimonopolio federales» e instó a la administración a asegurarse de que las agencias hagan cumplir adecuadamente las leyes existentes en lugar de intentar implementar nuevas normas.
Monica Crowley, exsubsecretaria del Departamento del Tesoro, dijo durante una aparición en Fox News el viernes que estaba sorprendida de ver las «disposiciones a favor de la competencia» y estaba complacida de que la orden incluyera acciones sobre las Big Tech, transporte marítimo y ferrocarriles.
“Tengo esperanzas. Mi única preocupación es que cada vez que el gobierno interviene en cualquier aspecto de la economía, tiende a manejar el mercado y tiene consecuencias no deseadas”, agregó más tarde.
Si bien el supuesto monopolio de la administración Biden en Estados Unidos ha ido en aumento, al impulsar las iniciativas, el ITIF, un grupo de expertos, dijo que las industrias no se están concentrando más.
“Solo el 4 por ciento de las industrias estadounidenses están altamente concentradas, y la proporción de industrias con bajos niveles de concentración creció alrededor de un 25 por ciento entre 2002 y 2017”, dijo Portuese en un comunicado.
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