El presidente Joe Biden firmó el 6 de septiembre una orden ejecutiva que destina subvenciones federales a proyectos que den prioridad al aumento de los salarios y las prestaciones de los trabajadores, a los convenios laborales y al aprendizaje de oficios.
Al tiempo que abogaba por un crecimiento económico estimulado por la mejora de las condiciones de los trabajadores, Biden habló de sus planes durante un discurso en el Centro de Formación Laboral UA Local 190 de Ann Arbor, Michigan.
«Todo el mundo en Estados Unidos merece una cosa: una oportunidad de luchar», dijo Biden.
El presidente estuvo flanqueado por trabajadores y aprendices del sindicato, entre ellos Andrew Escobedo, fontanero y miembro del Local 190, que presentó a Biden.
Los sindicatos han desempeñado un papel central para los demócratas en este ciclo electoral, ya que la vicepresidenta Kamala Harris se ha asegurado el respaldo de la AFL-CIO, el sindicato United Auto Workers y otros sindicatos clave en su candidatura a la Casa Blanca en 2024.
Trump, por su parte, ha tratado de aumentar su atractivo para los trabajadores y los sindicatos este año después de apoyar firmemente las leyes nacionales de «derecho al trabajo» durante su administración, que dificultan el poder de contratación de los sindicatos con las empresas. Invitó al presidente de la Hermandad internacional de camioneros, Sean O’Brien, a hablar en la Convención Nacional Republicana de 2024, pero el sindicato aún no ha respaldado a ningún candidato a la presidencia.
En su discurso del 6 de septiembre, Biden dijo: «Todos estos trabajadores se parten el lomo, proporcionan nuestra capacidad para dormir y caminar y trabajar y hacer cualquier cosa, y merecen ser tratados con dignidad».
La orden ejecutiva «Buenos empleos» del presidente crearía un grupo de trabajo para dirigir el desarrollo de políticas que traten de garantizar mayores prestaciones a los trabajadores. La financiación de su administración para infraestructuras, fabricación de chips y energías renovables ha puesto en marcha varios proyectos en los últimos tres años y medio.
Biden ha defendido en repetidas ocasiones su Ley CHIPS y de Ciencia, que ha propiciado un aumento de la fabricación de chips informáticos estadounidenses durante su mandato, especialmente en medio de la escasez generalizada de la línea de suministro de chips durante y después de la pandemia de COVID-19. Biden dijo en su discurso que quiere llevar más lejos los esfuerzos de su administración para invertir en proyectos que beneficien a los trabajadores de múltiples industrias.
«Mi orden ejecutiva ha pasado a pedir a las agencias federales que incluyan normas laborales estrictas y que las subvenciones que concedamos den prioridad a proyectos que paguen salarios con los que se pueda formar una familia y proporcionen prestaciones como guarderías», dijo Biden, añadiendo que «promueve políticas federales para aumentar los salarios más allá de la construcción en todo el sector manufacturero».
El presidente dijo que la orden también reduciría la discriminación en las subvenciones y los prejuicios en la contratación para «proteger la seguridad de los trabajadores».
Mientras que la administración Biden dice que sus esfuerzos han dado lugar a 900,000 millones de dólares en inversiones del sector privado en la fabricación, la infraestructura y las energías renovables, muchos estadounidenses todavía se enfrentan a los altos precios efectos persistentes de los aumentos de la inflación que comenzó en 2021. Se espera que las mejoras de muchas de las inversiones de Biden tarden años en manifestarse.
Con información de Associated Press
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