El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva el 21 de abril para «revitalizar» el compromiso del país con la «justicia ambiental para todos».
“La justicia ambiental será la misión de todo el gobierno entretejida directamente en la forma en que trabajamos con los gobiernos estatales, locales, tribales y territoriales”, dijo Biden en declaraciones en la Casa Blanca.
La orden le dice a las agencias del poder ejecutivo que usen datos e investigaciones científicas para comprender cómo la contaminación daña la salud de las personas, de modo que se pueda trabajar para limitar cualquier daño. Según la orden, las agencias ejecutivas deberán informar a las comunidades cercanas si se liberan sustancias tóxicas de una instalación federal.
Como parte del anuncio, la vicepresidenta Kamala Harris viajará por separado a Miami, Florida, para anunciar USD 562 millones para ayudar a proteger a las comunidades contra los impactos del cambio climático.
La orden ejecutiva es parte del esfuerzo integral del gobierno de la administración Biden-Harris para enfrentar “injusticias e inequidades ambientales de larga data”, según una declaración de la Casa Blanca.
“Durante demasiado tiempo, las comunidades de nuestro país se han enfrentado a una injusticia ambiental persistente a través de la contaminación tóxica, la inversión insuficiente en infraestructura y servicios críticos, y otros daños ambientales desproporcionados, a menudo debido a un legado de discriminación racial, incluida la línea roja. Estas comunidades con preocupaciones de justicia ambiental enfrentan cargas aún mayores debido al cambio climático”, se lee en la declaración.
“El presidente Biden y la vicepresidenta Harris creen que toda persona tiene derecho a respirar aire limpio, beber agua limpia y vivir en una comunidad saludable, ahora y en el futuro. Durante su primera semana en el cargo, el presidente Biden lanzó la agenda de justicia ambiental más ambiciosa en la historia de nuestra nación. Para continuar cumpliendo con esa visión, hoy el presidente firmará una orden ejecutiva que incorporará aún más la justicia ambiental en el trabajo de las agencias federales para lograr un progreso real y medible con el que las comunidades puedan contar”, agrega la declaración.
Según la orden, todas las agencias del poder ejecutivo deberán incorporar «la búsqueda de la justicia ambiental» en sus misiones, a la vez que las agencias deberán considerar medidas para abordar y prevenir impactos ambientales y de salud desproporcionados y adversos en las comunidades, incluidos los relacionados con los impactos de polución y “otras cargas como el cambio climático”.
«El racismo como impulsor fundamental» de la injusticia ambiental
Las agencias también tendrán que notificar a las comunidades cercanas en caso de una liberación de sustancias tóxicas de una instalación federal y compartir información sobre dicha liberación, por posibles riesgos de salud o precauciones necesarias para el público.
La orden de Biden también reconoce «que el racismo es un impulsor fundamental de la injusticia ambiental» y dirige a las agencias a «facilitar activamente la participación pública significativa y el trato justo de todas las personas en la toma de decisiones de la agencia».
Además ordena a las agencias federales que hagan que los datos científicos y la información sobre preocupaciones ambientales y de salud sean más accesibles públicamente para las comunidades, a la vez agrega agencias al Consejo Interagencial de Justicia Ambiental de la Casa Blanca para ayudar a promover la estrategia del gobierno para abordar la «injusticia» climática y encargan a las agencias federales la conducción de nuevas evaluaciones con respecto a sus esfuerzos de justicia ambiental.
La orden contrasta marcadamente con las propuestas de los legisladores republicanos que se aprobaron el mes pasado con el objetivo de restaurar la independencia energética de Estados Unidos y reducir los costos en medio del aumento de los precios de la energía.
Según dichas propuestas, las regulaciones ambientales se reducirían y la perforación de petróleo y gas se expandiría, los proyectos de combustibles fósiles se acelerarían y Biden estaría prohibido a declarar una moratoria sobre el uso del fracking a menos que el Congreso autorice dicha moratoria.
En la semana, el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), también dio a conocer las propuestas del Partido Republicano para abordar el techo de la deuda, que incluye grandes recortes al gasto público, mientras Washington sigue estancado en el tema.
Biden se ha negado a negociar con los republicanos sobre el tema y ha dicho que cualquier recorte de gastos solo ocurrirá una vez que se eleve el límite de la deuda.
Biden apunta contra propuestas republicanas
Según las propuestas del Partido Republicano (pdf), se derogarían los incentivos fiscales para los vehículos eléctricos, por los que Biden ha hecho una fuerte campaña desde que asumió el cargo, al igual que los incentivos fiscales para las energías renovables. Los planes de alivio de la deuda estudiantil de Biden de aproximadamente USD 400,000 millones también se cancelarían, al igual que los fondos restantes del Congreso de USD 5.2 billones aprobados entre 2020 y 2022 para otorgar alivio durante la pandemia de COVID-19.
Biden firmó una medida a principios de este mes que puso fin a la emergencia nacional de COVID-19, más de tres años después de su promulgación.
El proyecto de ley del techo de la deuda incluye el principal paquete de propuestas de energía del Partido Republicano de la Cámara, la Ley de Costos de Energía más Bajos, aprobada el mes pasado.
En general, el plan elevaría el techo de la deuda durante un año, devolvería el gasto del gobierno federal a los niveles del año fiscal 2022 y luego limitaría el crecimiento del gasto durante los próximos 10 años al uno por ciento de crecimiento anual.
McCarthy dijo en el pleno de la Cámara que el proyecto de ley ahorraría a los contribuyentes estadounidenses USD 4.5 billones, aunque todavía no se han publicado estimaciones oficiales de costos.
“Estos límites al gasto no son draconianos, estos son responsables. El gasto federal se disparó en los últimos dos años en un 17 %, y eso no incluye los billones en gastos de la era COVID”, dijo McCarthy. “Al limitar el gasto público, reduciremos la inflación y restableceremos la disciplina fiscal en Washington”.
Hablando en una conferencia de prensa en Accokeek, Maryland, el miércoles, Biden declaró que “los republicanos de MAGA en el Congreso amenazan con dejar de pagar la deuda nacional” y que las propuestas del Partido Republicano afectarían gravemente a la “gente trabajadora” y la clase media.
Con información de Associated Press
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