El presidente Joe Biden firmó el jueves una orden ejecutiva que refuerza la capacidad de un panel regulador para escrutar las inversiones extranjeras en áreas que se consideran críticas para la economía estadounidense.
Aunque la orden no menciona directamente al régimen chino, se produce en un momento de creciente preocupación entre los funcionarios estadounidenses por las inversiones de China en el sector tecnológico estadounidense y en otras industrias. En ella se indica al Comité de Inversión Extranjera de EE. UU. (CFIUS, por sus siglas en inglés) que revise los casos relacionados con «la microelectrónica, la inteligencia artificial, la biotecnología y la biofabricación, la computación cuántica, la energía limpia avanzada y las tecnologías de adaptación al clima».
El comité, conocido como CFIUS, está formado por miembros de los departamentos de Estado, Defensa, Justicia, Comercio, Energía y Seguridad Nacional y está dirigido por el secretario del Tesoro. Envía sus conclusiones y una recomendación al presidente, que tiene el poder de suspender o prohibir un acuerdo.
«Aunque las inversiones extranjeras pueden, en muchas circunstancias, ayudar a fomentar la innovación nacional, es vital proteger el liderazgo tecnológico de Estados Unidos, especialmente cuando las inversiones extranjeras afectan a sectores que son críticos para la seguridad nacional de Estados Unidos», señala la orden.
La orden pide que el CFIUS sopese si una inversión o venta extranjera podría afectar a la capacidad de recuperación de las cadenas de suministro críticas de Estados Unidos y el impacto que podría tener en el liderazgo tecnológico de Estados Unidos en áreas que afectan a la seguridad nacional de Estados Unidos y en las tendencias de inversión más amplias.
Riesgo de los datos
Y también se encargará de revisar las adquisiciones de empresas en el extranjero por si un inversor pudiera tomar el control de un determinado sector tecnológico o si las inversiones pudieran suponer un riesgo de ciberseguridad.
«Los datos son una herramienta cada vez más poderosa para la vigilancia, el rastreo, el seguimiento y la focalización de individuos o grupos de individuos, con impactos potencialmente adversos en la seguridad nacional», dice la orden, diciendo que el comité tiene ahora que «considerar si una transacción cubierta involucra a una empresa estadounidense con acceso a datos sensibles de personas estadounidenses, y si el inversor extranjero ha, o las partes con las que el inversor extranjero tiene vínculos, han buscado o tienen la capacidad de explotar dicha información».
En los últimos años, los legisladores han expresado su preocupación por el hecho de que las empresas chinas hayan aprovechado áreas de la legislación estadounidense para acceder a tecnología sensible o robar propiedad intelectual.
Según un informe del Consejo de Relaciones Exteriores de 2017, los inversores chinos han volcado miles de millones de dólares en el sector tecnológico estadounidense. En 2010, unos 5000 millones de dólares fueron invertidos por particulares chinos, pero esa cifra se disparó a más de 180,000 millones de dólares en 2016, según el informe.
Y un informe anual del Departamento del Tesoro publicado en agosto mostró que los inversores chinos duplicaron con creces el número de solicitudes que presentaron en 2021 en busca de la autorización reglamentaria de Estados Unidos para los acuerdos propuestos.
«La orden ejecutiva del presidente Biden destaca la creciente atención del CFIUS a los riesgos de seguridad nacional en varias áreas clave y agudiza el enfoque del comité en la protección de la seguridad nacional de Estados Unidos, al mismo tiempo que mantiene la política de inversión abierta de Estados Unidos», dijo el jueves la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en un comunicado. «El fortalecimiento de nuestras cadenas de suministro y la protección contra las amenazas extranjeras mejora nuestra seguridad nacional, y esta orden ejecutiva destaca el importante papel de CFIUS en ese trabajo».
Con información de The Associated Press.
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