Biden hablará con Xi el viernes para tratar los temas de Ucrania y la competencia económica

Por Michael Washburn
17 de marzo de 2022 1:31 PM Actualizado: 17 de marzo de 2022 1:31 PM

El presidente Joe Biden mantendrá una llamada con el líder chino Xi Jinping el 18 de marzo para discutir una serie de temas urgentes, incluyendo la postura de China sobre la invasión rusa de Ucrania y la competencia económica entre Washington y Beijing, anunció el jueves la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.

Psaki describió la llamada como «parte de nuestros esfuerzos continuos por mantener abiertas las líneas de comunicación entre Estados Unidos y la RPC [República Popular China]».

El anuncio se produce tras las advertencias de los funcionarios de Biden de que Beijing se enfrentará a las consecuencias si decide ayudar a Rusia a eludir las sanciones occidentales por su agresión contra Ucrania.

También se produce tras más de siete horas de conversaciones entre el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, y el máximo diplomático del régimen chino, Yang Jiechi, en Roma el lunes, en las que se trataron temas como Taiwán y Corea del Norte, además de la crisis de Ucrania.

Altos funcionarios de la administración describieron más tarde la reunión como «intensa».

«Tuvieron una extensa conversación sobre Rusia/Ucrania, en la que el consejero de Seguridad Nacional expuso dónde estamos, cómo hemos llegado allí y cuáles son los riesgos que vemos en el futuro», dijo el funcionario.

«Tenemos una gran preocupación por el alineamiento de China con Rusia en este momento, y el consejero de Seguridad Nacional fue directo sobre esas preocupaciones y las posibles implicaciones y consecuencias de ciertas acciones», añadió el funcionario.

La reunión en Roma se produjo después de que surgieran reportes de que funcionarios estadounidenses creían que Moscú había pedido ayuda militar y económica a Beijing, y que el régimen había dado señales de estar dispuesto a ayudar. Tanto Rusia como China han negado los reportes.

Menos de tres semanas antes de la invasión rusa, Xi y el presidente Vladimir Putin se reunieron en Beijing, durante lo cual ambos líderes declararon una asociación estratégica «sin límites».

Desde el ataque, Beijing se ha negado a condenar las acciones de Rusia o a sumarse a las sanciones occidentales, una postura ampliamente considerada como un apoyo tácito a Moscú que ha suscitado crecientes críticas internacionales.

El ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, declaró a principios de esta semana que el país contaba con China para ayudarle a contener las consecuencias económicas de las sanciones sin precedentes impuestas por las naciones occidentales.

Siluanov dijo que las sanciones habían privado a Moscú del acceso a 300,000 millones de dólares de sus 640,000 millones de dólares en reservas de oro y divisas, y añadió que había presión sobre Beijing para que bloqueara más.

«Tenemos parte de nuestras reservas de oro y divisas en la moneda china, en yuanes. Y vemos la presión que ejercen los países occidentales sobre China para limitar el comercio mutuo con este país. Por supuesto, hay presiones para limitar el acceso a esas reservas», dijo.

«Pero creo que nuestra asociación con China seguirá permitiéndonos mantener la cooperación que hemos logrado, y no solo mantenerla, sino incrementarla en un entorno en el que los mercados occidentales se están cerrando».


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