La administración Biden lanzará el 16 de abril una nueva estrategia internacional denominada «Estrategia Mundial de Seguridad Sanitaria» para combatir la próxima pandemia mundial, según altos funcionarios de la administración.
Basándose en las lecciones aprendidas durante la pandemia de COVID-19, un alto funcionario de la administración dijo que esta nueva estrategia ya ha asegurado una asociación de 50 naciones, con la posibilidad de llegar a 100 a finales de año con la ayuda de las otras naciones del G7. Se calcula que costará unos USD 30,000 millones al año.
«Estados Unidos, junto con sus socios internacionales, mejorará la prevención, detección, preparación y respuesta a las amenazas de enfermedades infecciosas, ya sean de origen natural, accidental o deliberado, en todos los sectores dentro y fuera del país para que nuestros esfuerzos colectivos sean más eficientes, eficaces, sostenibles y equitativos», reza la declaración de la estrategia.
La estrategia marca el rumbo de la actuación de Estados Unidos en los próximos cinco años, según ha declarado el Presidente Joe Biden en un comunicado. Se basa en el trabajo realizado por la administración en los últimos tres años, incluido el Fondo Pandémico, que creó un organismo internacional que recaudó USD 2000 millones de 27 contribuyentes diferentes. Entre los contribuyentes había países, fundaciones y organizaciones filantrópicas.
La estrategia tiene tres objetivos: reforzar la seguridad sanitaria mediante asociaciones bilaterales con otras naciones, catalizar el compromiso político y la financiación necesarios para lograr la seguridad sanitaria mundial, y maximizar el impacto de las inversiones del gobierno estadounidense en seguridad sanitaria y programas complementarios.
Un alto funcionario de la administración declaró que cada nación participante tenía varias lagunas en su «capacidad para prevenir ataques o responder a amenazas biológicas», que es necesario abordar para lograr estos objetivos. Estas carencias, según el funcionario, van desde la capacidad de los laboratorios hasta la vigilancia y la preparación para comunicar información sobre un brote.
El 16 de abril, la administración también lanzará un sitio web especial para apoyar la estrategia. En ella se mostrarán los 50 países a los que Estados Unidos ya está apoyando a través de la estrategia y se destacará dónde es más evidente la necesidad de avanzar. Los usuarios podrán ver fácilmente dónde se están realizando las inversiones estadounidenses para ayudar a cerrar estas brechas.
El alto funcionario de la administración dijo que los países fueron seleccionados por varias razones, entre ellas la necesidad de contar con una presencia estadounidense en la nación, la voluntad política y las asociaciones políticas ya establecidas. La mayor parte del apoyo bilateral se canalizará a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El alto funcionario de la administración hizo hincapié en que la seguridad económica está ligada a la seguridad sanitaria al mitigar el impacto de una crisis sanitaria mundial sobre el comercio y los viajes, como demostró COVID-19.
El funcionario también aclaró que esta estrategia es independiente del tratado sobre pandemias de la Organización Mundial de la Salud que se está negociando actualmente y dijo que la administración ve esas negociaciones como una forma de avanzar en los mismos objetivos de promover la seguridad sanitaria mundial.
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