El presidente Joe Biden anunció el domingo que los países del Grupo de los Siete prohibirán el oro ruso en respuesta al actual conflicto en Ucrania.
“Estados Unidos ha impuesto costos sin precedentes a Putin para negarle los ingresos que necesita para financiar su guerra contra Ucrania”, dijo Biden el domingo. “Juntos, el G7 anunciará que prohibiremos la importación de oro ruso, una de las principales exportaciones que genera decenas de miles de millones de dólares para Rusia”.
El anuncio formal está programado para el martes, según la Casa Blanca.
Biden y otros líderes mundiales se reunirán el domingo, el día de la inauguración de la cumbre, para discutir cómo asegurar el suministro de energía y hacer frente a la inflación, con el objetivo de evitar que las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania dividan la coalición global que trabaja para castigar a Moscú.
En los últimos años, el oro ha sido una de las principales exportaciones rusas después de la energía— alcanzando casi USD 19,000 millones o alrededor del 5 por ciento de las exportaciones mundiales de oro en 2020, según la Casa Blanca. Estados Unidos importó menos de USD 200 millones en oro de Rusia en 2019 y menos de USD 1 millón en 2020 y 2021.
Previamente el domingo, misiles rusos impactaron en una zona de Kiev, matando al menos a una persona, dijo un asesor de la oficina del presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
“Los rusos volvieron a atacar Kiev. Los misiles dañaron un edificio de apartamentos y un jardín de infancia. Rusia debería ser designada como Estado patrocinador del terrorismo lo antes posible”, escribió Andriy Yermak, el asesor, en Twitter, y agregó que Ucrania “necesita con urgencia sistemas modernos de defensa antimisiles”.
También el domingo, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, pareció notar la falta de atención que se está prestando a Ucrania, especialmente ante una alta inflación y precios de la gasolina en décadas.
Jake Tapper, de la CNN, le hizo una pregunta importante a Johnson sobre cómo Estados Unidos y Occidente pueden «combatir la fatiga de Ucrania en un momento en que tantas naciones occidentales están luchando con problemas reales en casa. ¿Y le preocupa en algún modo que la vinculación de la guerra en Ucrania con el aumento de los precios de la energía pueda hacer que la gente en el Reino Unido [y] en Estados Unidos diga: ‘saben qué, no vale la pena’?».
Johnson respondió diciendo que «sí» vale la pena continuar brindando apoyo a Ucrania porque sería «absolutamente catastrófico» que el presidente ruso, Vladimir Putin, triunfe. Estados Unidos ha proporcionado decenas de miles de millones de dólares en ayuda militar a Ucrania desde que comenzó el conflicto el 24 de febrero.
Refiriéndose al compromiso de la Casa Blanca de destinar USD 46,000 millones para ayudar a Ucrania, Johnson dijo al medio que «yo diría que es un precio que vale la pena pagar».
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, fue citado por The Associated Press diciendo que las sanciones occidentales a Rusia por su invasión a Ucrania están teniendo “un impacto profundo”, y agregó que “incluso cuando [Rusia] obtiene ingresos del petróleo con precios más altos, no puede gastarlos debido a los controles de exportación”.
Moscú, dijo, “no puede adquirir lo que necesita para modernizar su sector de defensa, modernizar su tecnología, modernizar su exploración energética, lo que significa que con el tiempo cada una de estas áreas va a ir en declive”.
Con información de The Associated Press.
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