El fiscal general de Texas, Ken Paxton, criticó los esfuerzos por restringir los permisos de armas del presidente Joe Biden, quien en el aniversario del tiroteo de Parkland, el 14 de febrero, pidió al Congreso que impusiera leyes más estrictas sobre la posesión de armas de fuego.
«El tiroteo de Parkland hace 3 años fue un acto de maldad indescriptible», escribió Paxton en un tuit a última hora del domingo. «Pero no se puede permitir que los demócratas utilicen esta tragedia como una oportunidad para imponer leyes de armas inútiles e inconstitucionales».
«Biden no va a deshacer la #2A en TX bajo mi mandato», añadió el fiscal general republicano, refiriéndose a la Segunda Enmienda.
El domingo se cumplieron tres años desde que el exalumno de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, Nikolas Cruz, abrió fuego en el campus de Parkland, Florida, matando a 17 personas y dejando a otras 17 heridas.
Biden aprovechó la oportunidad para pedir a los legisladores que promulguen lo que llamó «reformas con sentido común sobre las leyes de armas». Esto incluye la verificación de antecedentes en todas las ventas de armas, la eliminación de la inmunidad para los fabricantes de armas y la prohibición de las «armas de asalto» y los cargadores de alta capacidad.
«Se lo debemos a todos los que hemos perdido y a todos los que se han quedado de luto, el hacer un cambio. El momento de actuar es ahora», dijo Biden en un comunicado.
Los padres de Parkland están divididos sobre cómo deben responder los legisladores.
Ryan Petty, cuya hija Alaina tenía 14 años cuando murió en el tiroteo, se dirigió al presidente en un tuit el domingo.
«Señor presidente, gracias por recordar a los seres queridos que nos fueron arrebatados hace 3 años», escribió. «Alaina amaba este país y las libertades que garantiza. El sentido común nos dice que honrar su vida no requiere infringir los derechos de los ciudadanos respetuosos de la ley».
En una entrevista el domingo, Petty dijo que las propuestas del presidente no evitarán más tragedias.
«Es un error centrarse en el arma», dijo Petty, que ahora es miembro del consejo escolar del estado. «Para los que entienden lo que pasó ese día, se cometieron errores. Fue el tiroteo escolar más evitable de la historia de nuestro país. Las señales de advertencia estaban ahí. Estaba claro que el asesino tenía intenciones de atacar la escuela».
Los tiroteos masivos han impulsado a los defensores del control de armas, que argumentan que las armas son demasiado accesibles y dicen que hay que hacer más para mantener las armas de asalto lejos de los actores potencialmente malos.
«El paso del tiempo ha hecho poco para curar la angustia que sentimos al escuchar las impactantes noticias de hace tres años, ni tampoco ha opacado nuestro sentido de indignación por la falta de acción legislativa consecuente de los legisladores desde esa horrible mañana—leyes que evitarían que otro Parkland vuelva a suceder», dijo Manny Díaz, el presidente del Partido Demócrata de Florida.
La semana pasada, funcionarios de la administración se reunieron con los defensores del control de armas, y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los periodistas más tarde que la administración está lista para avanzar en el «ambicioso plan» que Biden expuso durante la campaña.
La parte principal del programa de control de armas de Biden incluye la prohibición de la fabricación y venta de «armas de asalto» y cargadores de alta capacidad, la regulación de la posesión de armas de asalto existentes en virtud de la Ley Nacional de Armas de Fuego, la recompra de estas armas y cargadores de alta capacidad a los ciudadanos, la exigencia de controles de antecedentes para todas las ventas de armas, el fin de la venta en línea de armas de fuego y munición, y la provisión de más fondos para hacer cumplir estas leyes.
John R. Lott Jr., expresidente del Centro de Investigación para la Prevención del Crimen, argumentó en un artículo de opinión que el razonamiento detrás de la agenda de control de armas de Biden es erróneo.
«Mucho menos del 1 por ciento de las armas se utilizan alguna vez en crímenes, suicidios o accidentes, y cuando lo hacen, es prácticamente siempre el resultado de las acciones del usuario», escribió, argumentando que muchos otros productos se utilizan para cometer crímenes, incluidos los automóviles y las computadoras, o se asocian con muertes accidentales, como las piscinas.
«Muchos otros productos, como las motocicletas, tienen probabilidades mucho más altas de causar daños. La tasa de mortalidad en una motocicleta es del 0.05 por ciento; la de las armas es del 0.008 por ciento», una cifra que además de los homicidios incluye las muertes accidentales y los suicidios.
«Las armas también se utilizan de forma defensiva unos 2 millones de veces al año en promedio, según el FBI. ¿Recompensará el gobierno a los fabricantes de armas cuando sus productos se utilicen para salvar vidas?» añadió Lott Jr.
Con información de Masooma Haq y The Associated Press.
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