El presidente Joe Biden se aseguró el 12 de marzo la nominación demócrata tras una aplastante victoria en Georgia, un estado indeciso, mientras que su rival, el expresidente Donald Trump, parece tener posibilidades de hacerse con la nominación republicana cuando se convoquen varias primarias esta misma noche.
El presidente Trump también ganó fácilmente las primarias republicanas de Georgia el martes, según una proyección de Associated Press.
El Estado del Melocotón reparte 59 delegados republicanos.
El encuestador Rich Baris bautizó el 12 de marzo como «mini Supermartes» porque varios estados celebran primarias presidenciales.
Estas primarias se celebran una semana después del Supermartes del 5 de marzo, en el que ambos candidatos consiguieron cientos de delegados en más de una docena de contiendas.
A partir de las 8 p.m. ET, Trump tenía 1132 delegados, y necesita otros 83 delegados para alcanzar el recuento requerido del Partido Republicano de 1215 delegados.
Además de Georgia, otros dos estados celebraron primarias republicanas y demócratas: Misisipi (40 delegados republicanos y 35 demócratas) y Washington (43 delegados republicanos y 72 demócratas).
Además, los republicanos votan en Hawai, que cuenta con 19 delegados.
En el lado demócrata, los Demócratas en el Extranjero, una organización de ciudadanos estadounidenses que viven fuera de Estados Unidos, son tratados como un estado para el proceso de nominación presidencial. Este grupo cuenta con 13 delegados.
Los votantes de las Islas Marianas del Norte tienen 6 delegados. Allí, el presidente se enfrenta de nuevo al demócrata Jason Palmer. Con un sorprendente 91 votos emitidos en Samoa Americana en el Super Martes, Palmer, un candidato presidencial poco conocido, derrotó inesperadamente al presidente Biden, ganando 3 delegados. El presidente Biden recibió los 3 delegados restantes en Samoa Americana.
El resultado en Samoa Americana fue uno de los pocos indicios de que el Presidente Biden no obtuvo tan buenos resultados como cabría esperar de un típico presidente en funciones.
A pesar del hecho de que el expresidente Trump se enfrentó a oponentes bien financiados dentro del partido y el presidente Biden no, el presidente Trump está a punto de conseguir la nominación antes o al mismo tiempo que el titular.
Como titular, el presidente Biden «debería haber corrido la mesa» y no debería haber dividido a los delegados en Samoa Americana, ni debería haber perdido delegados debido a los votos «no comprometidos» emitidos como protesta contra él, dijo Baris a su audiencia de podcast «Inside the Numbers» el 11 de marzo.
El presidente Biden perdió un total de 20 delegados debido a esos votos de protesta en Michigan, Hawai y Minnesota. Pero esas cifras importaron poco. El 8 de marzo, The Associated Press asignó los 224 delegados de Florida y los 19 de Delaware al presidente en funciones. Eso se debió a que ninguno de esos estados celebra primarias este año.
Baris escribió en una entrada de blog que la Casa Blanca «mantuvo todas las demás opciones fuera de las boletas en esos estados, lo que desencadenó una regla relativa a que estos estados no están autorizados a celebrar primarias no disputadas».
Las contiendas restantes son una formalidad
De aquí a principios de junio se celebrarán más contiendas, pero esas primarias se han convertido en formalidades. El presidente Trump y el presidente Biden estarán compitiendo en gran medida por los derechos de fanfarronear porque ambos han asegurado sus recuentos de delegados y todos los principales oponentes dentro del partido han abandonado la carrera.
Una vez concluidas las primarias, cada partido debe hacer oficial su elección de candidato para la votación del 5 de noviembre. Los delegados votarán en la Convención Nacional Republicana, que se celebrará del 15 al 18 de julio en Milwaukee; la de los demócratas está prevista del 19 al 22 de agosto en Chicago. Salvo que se produzcan circunstancias que provoquen una convención negociada o disputada, la revancha entre Biden y Trump está casi asegurada.
Pero podrían enfrentarse en unas elecciones generales contra uno o más candidatos independientes que compiten por los votos. Robert F. Kennedy Jr., defensor de la seguridad de las vacunas y abogado ecologista, es uno de los varios candidatos independientes que siguen aspirando activamente a la presidencia.
La semana pasada, la campaña de Biden dio el pistoletazo de salida a la temporada de elecciones generales con un gasto publicitario de 30 millones de dólares.
La campaña también anunció que el 7 de marzo, el día en que el presidente Biden pronunció su tercer discurso sobre el Estado de la Unión, tuvo su «mejor día de recaudación de fondos desde su lanzamiento».
El discurso del presidente se produjo en medio de crecientes preocupaciones sobre su edad y su aptitud mental en un año electoral crítico.
Una encuesta del New York Times/Siena College mostró recientemente que la edad del presidente Biden preocupa cada vez más a los estadounidenses, incluidos aquellos que lo apoyaron en 2020.
Según la encuesta, el 61 por ciento de los encuestados creía que el presidente Biden era «demasiado viejo» para ser un presidente eficaz. La encuesta se llevó a cabo dos semanas después de que un abogado especial planteara preocupaciones sobre su agudeza mental y lo caracterizara en un informe como un «anciano bien intencionado con mala memoria».
Otra encuesta de Bloomberg News/Morning Consult reveló que el presidente Biden va por detrás del presidente Trump en unas hipotéticas elecciones generales en todos los estados indecisos, incluidos Arizona, Georgia, Pensilvania, Michigan, Carolina del Norte, Nevada y Wisconsin. Muchos encuestados expresaron su preocupación por la edad del presidente Biden.
Con información de The Associated Press.
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