El presidente Joe Biden presentará su nominación para la dirección de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y anunciará nuevas acciones ejecutivas que restringen las «armas fantasma».
El presidente escogió al exfiscal federal, Steve Dettelbach, para encabezar la ATF. La nominación anterior de Biden, David Chipman, fue retirada en septiembre cuando Chipman encontró la oposición de los republicanos del Senado y de algunos demócratas.
El historial de Chipman en la defensa al control de las armas le hizo enfrentarse a los grupos de defensa de los derechos al porte de armas.
Dettelbach fue confirmado para su puesto como Fiscal Federal para el Distrito Norte de Ohio en 2009. También pasó dos décadas como fiscal del Departamento de Justicia (DOJ), según una «hoja informativa» de la Casa Blanca.
El puesto más alto en la ATF ha estado mayormente vacante desde que se convirtió en un puesto confirmado por el Senado en 2006. La única persona que se desempeñó como director permanente de la ATF desde ese momento fue Byron Todd Jones, quien ocupó el cargo de 2013 a 2015.
Biden también anunciará el lunes una regla final sobre las armas fantasma: Armas de fuego no registradas que a menudo se construyen con una impresora 3D.
La regla de Biden requerirá que los kits que se pueden usar para construir un arma se registren como tales. También incluye un esfuerzo por serializar las armas fantasma que ya están en circulación. Además, la orden de Biden actualizará las leyes de serialización y verificación de antecedentes para armas con receptores divididos y requerirá que los comerciantes de armas de fuego conserven registros mientras su negocio esté abierto.
“Si comete un delito con un arma fantasma, no solo los fiscales estatales y locales lo perseguirán, sino que también le imputarán cargos federales y enjuiciamiento federal”, dijo Biden en febrero durante un evento en la sede de la policía de Nueva York.
Estas son las últimas acciones de Biden destinadas a abordar un aumento nacional de delitos violentos en los últimos años. La tasa de delitos violentos a nivel nacional alcanzó un máximo de diez años en 2020, según datos del FBI. Esto incluyó un salto año tras año en los homicidios de 6977 en 2019 a 9630 en 2020.
Varias ciudades importantes reportaron aumentos dramáticos en el crimen el año pasado. Algunos estiman que la tasa de homicidios a nivel nacional del año pasado estuvo cerca de un máximo de 25 años. La tasa de homicidios se estimó en 6.9 homicidios por cada 100,000 personas en 2021.
El año pasado, las fuerzas del orden recuperaron aproximadamente 20,000 presuntas armas fantasma en investigaciones criminales, según la ATF.
La solicitud de presupuesto de Biden también incluye una mayor financiación para la aplicación de la ley, dirigiendo USD 3200 millones en subvenciones destinadas a los gobiernos estatales y locales para poner a más policías en las calles. También solicita USD 37,700 millones en fondos discrecionales para el Departamento de Justicia (DOJ), con un aumento de USD 1700 millones para la aplicación de la ley federal sobre tráfico de armas.
Biden también está haciendo llamados al Congreso para aprobar una legislación que “requerirá verificaciones de antecedentes para todas las ventas de armas, garantizará que ningún terrorista pueda comprar un arma en Estados Unidos, prohibirá la venta y posesión de armas de fuego no serializadas: Armas fantasma, prohibirá las armas de asalto y cargadores de alta capacidad, y revocará la protección de responsabilidad de los fabricantes de armas”.
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