El jueves, el presidente Joe Biden prometió aumentar drásticamente el límite de refugiados a los cuales se les permite ingresar a Estados Unidos, incluso sobrepasando la cifra del último año de la administración Obama.
«Hoy, me encuentro aprobando una orden ejecutiva para comenzar la ardua labor de restaurar nuestro programa de admisión de refugiados para ayudar a satisfacer la necesidad global sin precedentes», dijo Biden en el Departamento de Estado en Washington, y agregó: «Va a llevar tiempo reconstruir lo que ha sido tan perjudicado».
A inicios de 2017, el límite era de 110,000. El expresidente Donald Trump lo redujo a 15,000 para este año fiscal, que comenzó en octubre de 2020, citando la pandemia de COVID-19 en curso.
Biden dijo que aumentaría el límite a 125,000 para el próximo año fiscal, que comienza el 1 de octubre.
Biden ordenó al Departamento de Estado que consultara con el Congreso «acerca de hacer un pago inicial sobre ese compromiso lo antes posible».
Los demócratas controlan ambas cámaras del Congreso, por lo que es probable que Biden obtenga el límite que desea. Si tiene éxito, estaría cumpliendo una promesa de campaña.
“Biden abraza los valores fundamentales que nos han convertido en quienes somos y priorizará la restauración de la admisión de refugiados de acuerdo con nuestra práctica histórica tanto bajo la administración demócrata como la republicana. Establecerá el límite anual de admisiones de refugiados a 125,000 y tratará de aumentarlo conforme avanza el tiempo acorde a nuestra responsabilidad, nuestros valores y la necesidad mundial sin precedentes”, afirma el sitio web de su campaña.
Naciones Unidas elogió la medida el jueves.
“La acción de hoy del presidente Biden salvará vidas. Es así de simple”, dijo Filippo Grandi, el alto comisionado del organismo para los refugiados, en un comunicado. “ Esto muestra también que la fuerza tiene sus raíces en la compasión. Esto indica que Estados Unidos hará su parte, como lo ha hecho históricamente, para ayudar a las personas más vulnerables del mundo, incluso dándoles la bienvenida en Estados Unidos».
La agencia dijo el mes pasado que tan solo 22,770 refugiados con necesidad urgente de restablecimiento fueron restablecidos a través de ella el año pasado. Esa fue la cifra más baja en casi 20 años.
Países de todo el mundo han reducido las admisiones de refugiados conforme luchan contra la pandemia, preocupados de que los refugiados no sean examinados adecuadamente y tengan que enfocarse en la crisis sanitaria.
La administración Trump dijo en una carta al Congreso anunciando su reducción del límite de refugiados el año pasado que «refleja el compromiso continuo de la Administración de priorizar la seguridad y el bienestar de los estadounidenses, especialmente a la luz de la pandemia de COVID-19 en curso».
“Esto explica el enorme retraso en los casos de asilo —ahora más de 1.1 millones de personas— priorizando a aquellos que ya se encuentran en el país en busca de protección humanitaria. Y también da cuenta de la llegada de refugiados cuyo restablecimiento en Estados Unidos se retrasó debido a la pandemia de COVID-19”, agregó la administración.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Durante la última década, Estados Unidos ha restablecido al 55 por ciento de los refugiados, según un informe de la agencia de refugiados de las Naciones Unidas publicado el año pasado. Canadá ocupó el primer puesto de restablecimiento de refugiados en 2019.
El número de admisiones reales de refugiados en Estados Unidos alcanzó su máximo reciente en 2016 con casi 85,000, según datos del Departamento de Estado. Y ha disminuido cada año desde entonces, alcanzando 11,814 en el año fiscal 2020.
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