El presidente electo de Estados Unidos Joe Biden planea distribuir casi todas las dosis disponibles de las vacunas contra el COVID-19 luego de que asuma el cargo, dijo un portavoz el viernes.
«El presidente electo cree que debemos acelerar la distribución de la vacuna mientras continuamos asegurándonos de que los estadounidenses que más la necesitan la reciban lo antes posible», dijo T.J. Ducklo, portavoz del equipo de transición, en una declaración a los medios de prensa.
«Él apoya la liberación inmediata de las dosis disponibles y cree que el gobierno debe dejar de retener el suministro de vacunas para que podamos tener más inyecciones disponibles para los estadounidenses ahora. Él compartirá más detalles la próxima semana sobre cómo su gobierno comenzará a liberar las dosis disponibles cuando asuma el cargo el 20 de enero», agregó Ducklo.
Dos vacunas fueron autorizadas para uso de emergencia por los reguladores de medicamentos, una de Moderna y otra de Pfizer y BioNTech. Ambas se centran en plataformas de ARN mensajero y requieren dos dosis, separadas por unas tres semanas, para una efectividad total.
Los funcionarios de la administración Trump optaron por retener las dosis a fin de garantizar que los pacientes que reciben una vacuna dispongan de una segunda dosis cuando pasen tres semanas.
El Dr. Moncef Slaoui, asesor científico en jefe de la Operación Warp Speed, dijo durante un evento el mes pasado que liberar todas las dosis sin retener ninguna para la segunda vacuna de la gente sería dejarlos «completamente en la oscuridad».
El modelo mostró que dar a todos la primera dosis y no estar preparados para darles la segunda dosis no era realista, añadió.
El equipo de Biden piensa de otra manera, como lo demuestra este reciente anuncio.
El anuncio se produjo luego de que un grupo de ocho gobernadores demócratas, entre ellos la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, y el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, enviaran una carta al Secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, y al jefe de operaciones de la Operación Warp Speed, el general Gustave Perna.
En la carta, los gobernadores pidieron al gobierno federal que empiece a distribuir de inmediato las «dosis reservadas» a los estados.
Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, muchos estados no han administrado ni siquiera la mitad de las dosis de vacunas que recibieron. Michigan, por ejemplo, recibió 662,450 dosis pero solo ha administrado 137,887 dosis. Nueva York recibió 1.1 millones de dosis pero solo aplicó 353,788.
Slaoui y otras personas involucradas en el desarrollo y distribución de la vacuna dijeron que creían que 20 millones de estadounidenses serían vacunados para finales de 2020, pero solo 5.9 millones recibieron una de las vacunas hasta las 9 a.m. del jueves. Si bien algunos funcionarios han culpado a los estados —se han distribuido más de 21 millones de dosis a los estados–esto todavía está muy por debajo de la proyección.
Biden y sus asesores criticaron el lento despliegue, el cual los funcionarios del gobierno de Trump esperan que sea más rápido. El demócrata también prometió que 100 millones de personas serían vacunadas en sus primeros 100 días en el cargo, una hazaña que sería difícil pero posible, según el Dr. Anthony Fauci del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas.
Un asesor de Biden dijo el mes pasado que utilizaría la Ley de Producción de Defensa para acelerar la producción de vacunas, como hizo el presidente Donald Trump el año pasado, para acelerar la producción de respiradores y otros artículos.
«La idea es asegurar que el equipo de protección personal, la capacidad del test y las materias primas para las vacunas se produzcan con un suministro adecuado», dijo la Dra. Celine Gounder, miembro de la junta asesora de COVID-19 de Biden, en el programa «Squawk Box» de CNBC.
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