El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió este martes que para este invierno no impondrá cierres en escuelas y comercio como parte de su respuesta a la variante ómicron.
Se cree que ómicron es ahora la cepa más importante en Estados Unidos del virus del PCCh, causante de la enfermedad COVID-19.
En un discurso pronunciado el 21 de diciembre, el presidente dijo que, aunque se espera que en las próximas semanas la nueva variante aumente el número de casos de COVID-19 a nivel nacional entre la población vacunada y no vacunada, el gobierno federal no ordenará ningún nuevo cierre.
«Otra pregunta que se hace la gente es si vamos a volver a marzo de 2020», dijo Biden. «La respuesta es absolutamente no».
En 2020, mientras el presidente Donald Trump estaba en la Casa Blanca, los gobernadores de todo el país impusieron estrictas medidas de cierre para tratar de mitigar la propagación del virus.
Biden citó la tasa de vacunación del país y la reserva federal de equipos de protección personal para los hospitales como razones para no recurrir a los cierres este invierno.
«El año pasado pensamos que la única manera de mantener a los niños a salvo era cerrando las escuelas», dijo Biden. «Hoy sabemos más, y tenemos más recursos para mantener esas escuelas abiertas».
«Hoy no tenemos que cerrar las escuelas por un caso de COVID-19. Ahora, si un alumno da positivo en la prueba, otros alumnos pueden realizarla y permanecer en el aula si no están infectados, en lugar de cerrar toda la escuela o tener que ponerla en cuarentena», añadió.
Biden también utilizó parte de su discurso para aplaudir una reciente victoria en una corte federal de apelaciones a su orden de vacunación: una norma a través de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) que impone el requisito a todos los empleadores con 100 o más trabajadores que exijan un comprobante de vacunación o pruebas semanales de detección del virus negativas a todos los empleados.
«Estas reglas van a ayudar a mantener a los trabajadores seguros y mantener a los trabajadores seguros ayudará a mantener los negocios abiertos», dijo el presidente, afirmando que la regla es legal y efectiva a pesar de ser «impopular».
Se considera que unos 200 millones de estadounidenses están totalmente vacunados contra el virus y Biden está añadiendo 10,000 puntos de vacunación adicionales a los 80,000 que ya están en funcionamiento en todo el país.
Biden también indicó que el país cuenta con 20,000 sitios de pruebas de detección del virus gratuitas y que la Ley de Producción de Defensa ha permitido utilizar 3000 millones de dólares para «ampliar el número de pruebas disponibles para el hogar para comprarlas en Internet o a través de su farmacia local».
«También tenemos que mejorar las pruebas de detección en casa. Por eso yo lo anuncio hoy: El gobierno federal comprará la mitad de mil millones —no es un millón; mil millones— de pruebas rápidas adicionales en el hogar, con entregas a partir de enero», dijo el presidente.
«Haremos llegar estas pruebas a los estadounidenses de forma gratuita y tendremos sitios web en los que se podrán entregar a domicilio», añadió.
También ordenó al Pentágono que movilice 1300 efectivos médicos militares para ayudar a dotar de personal a los hospitales y a la FEMA para que estén preparados para ayudar a ampliar la capacidad de los hospitales si es necesario, indicó Biden.
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