El presidente Joe Biden prorrogó por un año más el decreto de la administración Obama que sitúa a la dictadura venezolana como una amenaza “inusual y extraordinaria” para la seguridad de EE. UU., informó la Casa Blanca este miércoles en un aviso.
El decreto fue emitido el 8 de marzo del 2015 por Barack Obama a través de la Orden Ejecutiva (OE) 13692, declarando una emergencia nacional con respecto a la situación en Venezuela.
En la Orden Ejecutiva, la situación del país se describe como: “la erosión de las garantías de los DD. HH. por parte del régimen de Venezuela, la persecución a opositores políticos, la restricción de la libertad de prensa, el uso de la violencia y violaciones y abusos a los DD. HH. en respuesta a las protestas”. Además del “arresto y la detención arbitrarios de manifestantes antigubernamentales, así como la presencia exacerbada de una importante corrupción gubernamental”.
Las circunstancias descritas en la Orden Ejecutiva del 2015 con respecto a Venezuela, así como las órdenes posteriores, “no han mejorado y continúan representando una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”, señala el aviso firmado por Biden.
“Por lo tanto (…) continuaré durante 1 año la emergencia nacional declarada en la Orden Ejecutiva 13692”, agregó.
La Casa Blanca añadió que el aviso se publicará en el Registro Federal y se remitirá al Congreso.
El texto además señala que el gobierno de EE. UU. emitió sanciones adicionales a través de órdenes ejecutivas que incluyen una en agosto del 2017, tres en 2018, y dos en 2019, dentro de las cuales se prohíbe participar en transacciones o participación con las personas sancionadas por EE. UU. o activos vinculados a la dictadura de Nicolás Maduro.
El mantenimiento del decreto ocurre a pocos días de cumplirse ocho años de su emisión. La Casa Blanca señaló que la sección 202(d) de la Ley de Emergencias Nacionales (50 U.S.C. 1622(d)) establece la terminación automática de una emergencia nacional salvo que, dentro de los 90 días anteriores a la fecha de aniversario de su declaración, el presidente publique en el Registro Federal y transmita al Congreso el mantenimiento del mismo.
El 16 enero, el gobierno de Estados Unidos dijo a Maduro que mantendría “intacta” su política de sanciones contra el país suramericano hasta que se dieran pasos concretos para el “regreso de la democracia”.
A inicios de enero Maduro declaró que el país sudamericano estaba preparado para “normalizar” relaciones con EE. UU. durante una entrevista. La declaración se dio a raíz de la eliminación del gobierno interino establecido en 2019 y liderado por el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, que fue aprobada por la Asamblea Nacional (AN) elegida en 2015.
No obstante, en noviembre del año pasado, el Departamento de Estado anunció un alivio de sanciones impuestas dos años antes a la petrolera estatal PDVSA. Una medida que ha generado una serie de críticas por parte de algunos legisladores republicanos, quienes anteriormente señalaron que eso muestra un indicio “a ceder a las demandas de los dictadores”.
En el 2020, la administración Trump prohibió a Chevron perforar, transportar o intercambiar petróleo con Venezuela a través de su empresa estatal PDVSA, a raíz de las sanciones impuestas a la dictadura de Maduro como respuesta a las elecciones fraudulentas de 2018.
El alivio de sanciones del año pasado, permitió que en enero la empresa petrolera estadounidense Chevron descargara el primer cargamento de petróleo importado de Venezuela al país desde 2019.
Con información de EFE.
Siga a Alicia Márquez en Twitter: @AliceMqzM
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.