El presidente Joe Biden dijo que la emergencia nacional de EE. UU. que se declaró a inicios de 2020 debido al COVID-19 se prorrogará posteriormente al 1 de marzo, citando lo que calificó como un «riesgo para la salud y la seguridad públicas».
En una carta publicada en el sitio web de la Casa Blanca, Biden dijo a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), que «sigue siendo necesario continuar con esta emergencia nacional».
«La pandemia de COVID-19 continúa causando un riesgo significativo para la salud pública y la seguridad de la Nación. Más de 900,000 personas en esta Nación han fallecido a causa de la enfermedad, y es fundamental continuar combatiendo y respondiendo al COVID-19 con toda la capacidad y habilidad del Gobierno Federal», escribió, y agregó que su oficina ha «determinado que es necesario continuar con la emergencia nacional declarada» hace casi dos años.
A fines del año pasado, los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. y la Universidad Johns Hopkins mostraron que hubo 60,000 muertes más por COVID-19 bajo la administración Biden que bajo la administración Trump.
El presidente Donald Trump había declarado una emergencia nacional, lo que permitió disponer de alrededor de USD 50,000 millones en ayuda federal.
La emergencia habría terminado automáticamente a menos que, dentro de los 90 días anteriores al año cumplido de su declaración, el presidente enviara un aviso al Congreso indicando que continuaría posteriormente al año cumplido.
“Por esta razón, la emergencia nacional declarada el 13 de marzo de 2020 y a partir del 1 de marzo de 2020, debe continuar en vigor posteriormente al 1 de marzo de 2022″, escribió Biden en otro comunicado, añadiendo que el aviso se publicará en el Registro Federal.
Su decisión de prorrogar la emergencia se produce cuando varios gobernadores demócratas han decidido rescindir los mandatos de la COVID-19, incluidas las normas del uso de mascarillas, en los últimos días. Los gobernadores de Nueva York y Massachusetts anunciaron la semana pasada que pondrían fin a ciertos mandatos de uso de mascarillas en sus estados, tras las medidas similares adoptadas por Nueva Jersey, California, Connecticut, Delaware y Oregón.
Y los funcionarios federales de salud indicaron la semana pasada durante una reunión informativa en la Casa Blanca que se estaban preparando para la siguiente fase de la pandemia, ya que los casos de la variante ómicron han descendido.
Uno de esos funcionarios, el asesor sobre el COVID-19 de la Casa Blanca, Anthony Fauci, dijo a MNSBC el martes que no cree que la opinión política sea la razón por la cual los mandatos se están eliminando en todo el país.
Sin embargo, algunos críticos han dicho que los líderes demócratas están dando la espalda a las normas contra COVID-19 porque temen perder la Cámara o el Senado en las elecciones intermedias de 2022.
Una encuesta de la Universidad de Monmouth del 31 de enero mostró que cerca del 70 % de los estadounidenses están de acuerdo con la afirmación: «Es hora de que aceptemos que COVID está aquí para quedarse y solamente tenemos que continuar con nuestras vidas».
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