Funcionarios de la Casa Blanca advirtieron el viernes que es «probable» otro ataque terrorista en el aeropuerto de Kabul antes de que el ejército estadounidense se retire y se finalice la evacuación.
El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris se reunieron con funcionarios del Pentágono y miembros del equipo de seguridad nacional del presidente unas 24 horas después de que el aeropuerto de Kabul fuera bombardeado en un ataque que atribuido al grupo terrorista ISIS, dijo la secretaria de prensa Jen Psaki.
«Avisaron al presidente y a la vicepresidenta que es probable que ocurra otro ataque terrorista en Kabul, pero que están tomando las máximas medidas de protección en el aeropuerto de Kabul», dijo Psaki el viernes por la tarde. “Los próximos días de esta misión serán el período más peligroso hasta la fecha”, dijo también.
Los asesores de seguridad nacional, agregó Psaki, informaron que «nuestras valientes mujeres y hombres en servicio continúan llevando a cabo una operación de evacuación histórica» y que el ejército aún está «sacando por aire a miles de personas cada ciertas horas».
Biden «dejó en claro ayer que no quiere que ellos sigan viviendo en la tierra», dijo sobre la promesa del presidente de localizar a las personas responsables del atentado con bomba en el aeropuerto de Kabul.
Sus comentarios replicaron comentarios similares hechos por el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, cuando señaló que probablemente miles de terroristas de ISIS-K escaparon de varias prisiones afganas cuando los talibanes—también designados como grupo terrorista por varias agencias federales—se apoderaron del país a principios de este mes.
Los funcionarios de EE. UU., dijo, creen que hay «amenazas específicas y creíbles» contra el aeropuerto de Kabul. «Esperaríamos futuros atentados» contra la instalación, dijo Kirby.
Aproximadamente un día antes, Biden emitió una declaración sobre el atentado, que se estima que dejó unas 200 personas muertas, incluidos militares estadounidenses. El presidente dijo que ISIS-K, o Estado Islámico Khorasan, enfrentaría represalias.
«Responderemos con fuerza y precisión, en nuestro momento, en el lugar que elijamos y en el momento que elijamos», dijo Biden en una conferencia de prensa.
Mientras tanto, Biden se ha enfrentado a un torrente de críticas de miembros de los dos principales partidos políticos por cómo su administración ha gestionado la retirada de Afganistán y el posterior colapso del gobierno afgano a la luz de los avances de los talibanes. La administración también ha sido acusada de enviar mensajes contradictorios y emitir declaraciones contradictorias sobre la situación de seguridad sobre el terreno en Kabul.
Y aunque Biden ha admitido cierta responsabilidad por la retirada, ha culpado a la administración Trump por los lineamientos de un acuerdo con los talibanes para la retirada. Sin embargo, el expresidente Donald Trump dijo que Biden violó algunos de los términos del acuerdo, incluida la fecha de la retirada, y dijo que él manejaría la situación de manera diferente y condicionaría la retirada con fuerza militar.
La Casa Blanca dijo el jueves que 12,500 personas fueron evacuadas de Afganistán en 24 horas a pesar del ataque terrorista. Más de 100,000 han sido evacuados desde finales del mes pasado, dijeron las autoridades.
Con respecto a un ataque u operación militar contra ISIS-K, Psaki dijo el viernes que Biden habló con líderes militares acerca de la posibilidad.
“El presidente reafirmó con los comandantes su aprobación de todas las autoridades que necesiten para llevar a cabo la operación y proteger a nuestras tropas, y todos informaron que tienen los recursos que creen que necesitan para hacerlo con eficacia”, dijo Psaki.
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