El lunes, la administración del presidente Joe Biden emitió un comunicado después de que las familias de las víctimas de los atentados terroristas del 11 de septiembre le dijeran que no debería asistir a ninguno de sus actos conmemorativos el próximo mes a menos que la Casa Blanca desclasifique documentos relacionados con la posibilidad de que el gobierno saudí estuviera vinculado a los ataques.
Durante su campaña de 2020, Biden dijo que intentaría dar instrucciones al Departamento de Justicia para que revelara algunas pruebas sobre los ataques terroristas.
«Como prometí durante mi campaña», dijo Biden el lunes en un comunicado, «mi administración está comprometida a garantizar el máximo grado de transparencia bajo la ley, y a adherirse a la rigurosa orientación emitida durante la Administración Obama-Biden sobre la invocación del privilegio de los secretos de Estado».
A continuación, Biden anunció que el Departamento de Justicia presentó el lunes una solicitud judicial «en la que se compromete a llevar a cabo una nueva revisión de los documentos en los que el gobierno ha hecho valer previamente los privilegios, y a hacerlo lo más rápidamente posible».
Su declaración, difundida por la Casa Blanca, no decía si se desclasificarán documentos u otras pruebas.
«Mi corazón y mis oraciones siguen estando con las familias del 11-S que están sufriendo, y mi administración continuará involucrándose respetuosamente con los miembros de esta comunidad», dijo el presidente. «Doy la bienvenida a sus voces y a sus puntos de vista mientras trazamos el camino a seguir».
La semana pasada, cerca de 1800 víctimas que sobrevivieron, servicios de emergencia y familiares de las víctimas asesinadas dijeron que quieren que la Casa Blanca desclasifique los documentos. Si Biden no lo hace, dijeron, no debería asistir a ninguno de sus eventos después de haberles hecho promesas durante su campaña.
“Entendemos el deseo del presidente Biden de conmemorar la solemne ocasión del 20º aniversario en la zona cero” de Nueva York, decía la carta a Biden, obtenida por The Epoch Times. “Sin embargo, no podemos de buena fe, y con veneración a los fallecidos, enfermos y heridos, dar la bienvenida al presidente a nuestros sagrados terrenos hasta que cumpla su promesa”.
“Si el presidente Biden incumple su compromiso y se pone del lado del gobierno saudí”, dice la carta, “nos veríamos obligados a oponernos públicamente a cualquier participación de su administración en cualquier ceremonia conmemorativa del 11-S, dada su continuación de las políticas que frustran el derecho de los estadounidenses a exigir cuentas a quienes, según revelan las pruebas conocidas, apoyaron materialmente a los secuestradores del 11-S”.
Luego que la Comisión del 11-S del Congreso terminara, hace casi dos décadas, ha habido trabajos de investigación que sugieren la participación saudí en los atentados. Pero dijeron que ninguna de las administraciones posteriores, incluidas varias agencias federales como el FBI y el Departamento de Justicia, han estado dispuestas a hacer públicas las pruebas.
Los expresidentes George W. Bush, Barack Obama y Donald Trump se negaron a desclasificar los documentos de respaldo en la investigación del 11-S. Más recientemente, en 2019, la Administración Trump invocó su privilegio de secretos de estado para mantener la información clasificada.
Varios senadores, por su parte, pidieron recientemente al gobierno que desclasifique y ponga a disposición los documentos acerca de si el gobierno saudí tuvo alguna participación.
“Si el gobierno de Estados Unidos está ocultando algún documento que pueda implicar a Arabia Saudí o a cualquier individuo o país en los sucesos del 11 de septiembre, estas familias, y el pueblo estadounidense, tienen derecho a saberlo”, dijo la semana pasada el senador Bob Menendez (D-N.J.) en un comunicado.
El próximo mes se cumplirá el 20º aniversario del incidente terrorista del 11 de septiembre. Casi 3000 personas murieron en los atentados, que también sentaron las bases para que Estados Unidos lanzara una invasión en Afganistán y, posteriormente, en Irak.
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