La administración Biden anunció que revocará una regla del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de la era Trump que excluía la identidad de género de las protecciones contra la discriminación sexual en el estatuto del Obamacare.
La regla se refería a la Sección 1557 de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, que prohibía la discriminación por motivos de «raza, color, nacionalidad, sexo, edad, o discapacidad en ciertos programas y actividades de salud».
El secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, dijo el 10 de mayo que la decisión se tomó a la luz de un fallo histórico de la Corte Suprema sobre un tema no relacionado.
El fallo del 15 de junio de 2020 en Bostock v. Condado de Clayton–que los empleados no pueden ser despedidos de sus trabajos por su orientación sexual o identidad de género–fue una derrota para la administración Trump. Durante los argumentos orales en el caso, el entonces procurador general Noel Francisco dijo: «El sexo significa si eres hombre o mujer, no si eres homosexual o heterosexual».
El autor de la decisión, el juez Neil Gorsuch, escribió que el fallo se refería únicamente al empleo y no se aplicaba a los «códigos de vestimenta, vestuarios y baños separados por sexo», todos los cuales están regulados por otra ley, el Título IX de la Ley de Enmiendas Educativas de 1972, que no estaba en discusión en el caso judicial.
El fallo del tribunal dio un amplio significado a la frase «sobre la base del sexo» que aparece en las disposiciones contra la discriminación de la Ley de Derechos Civiles de 1964, y siguió el controvertido fallo del tribunal de 2015 que otorgó a las parejas del mismo sexo el derecho a casarse en la decisión 5-4 de Obergefell v. Hodges.
La falta de claridad lingüística ha empañado los problemas legales en los últimos años a medida que los conceptos de sexo e identidad sexual o de género se han vuelto difíciles de separar. A pesar de los distintos significados de «sexo» y «género», muchas instituciones e individuos usan «género» para referirse al sexo biológico.
Pero el fallo de Bostock adoptó el concepto de identidad de género, que los críticos conservadores dicen que es una invención política radical que no se basa en la ciencia. La administración Trump razonó que si el Congreso quisiera prohibir la discriminación basada en el género o la identidad sexual, en oposición al sexo biológico, lo habría hecho explícitamente.
Becerra dijo que el cambio de política hará que las cosas sean más justas en la cobertura médica.
“La Corte Suprema ha dejado claro que las personas tienen derecho a no ser discriminadas por motivos de sexo y a recibir un trato igualitario ante la ley, sin importar su identidad de género u orientación sexual. Es por eso que hoy el HHS anunció que actuará sobre los informes relacionados con la discriminación”, dijo Becerra en un comunicado.
“El miedo a la discriminación puede llevar a las personas a renunciar al seguro, lo cual puede tener graves consecuencias negativas para la salud. La posición del Departamento de Salud y Servicios Humanos es que todos, incluidas las personas LGBTQ, deberían poder acceder a la cobertura médica, libres de discriminación o interferencia, punto”.
La discriminación en la cobertura médica afecta los resultados de salud, según el HHS. La investigación muestra que una cuarta parte de las personas LGBTQ que enfrentaron discriminación pospusieron o evitaron recibir la atención médica necesaria por temor a una mayor discriminación, dijo la agencia.
“La misión de nuestro Departamento es mejorar la salud y el bienestar de todos los estadounidenses, sin importar su identidad de género u orientación sexual. Todas las personas necesitan acceso a servicios de cobertura médica para reparar un hueso roto, proteger la salud de su corazón y detectar el riesgo de cáncer”, dijo Rachel Levine, subsecretaria de salud.
“Nadie debe ser discriminado cuando busca servicios médicos por ser quien es”, dijo Levine, quien nació hombre pero ahora se identifica como mujer.
La administración Trump tomó una posición en contra de los principios articulados en la decisión de Bostock días antes de que fuera dictada.
En un esfuerzo por proteger las libertades religiosas, el HHS de Trump finalizó una regla el 12 de junio de 2020, que siguió a los fallos de los tribunales federales que determinaron que la administración de Obama se extralimitó cuando emitió una regla que prohíbe la discriminación en la atención médica y el seguro médico sobre la base de los sentido de género».
En 2016, la administración de Obama publicó una regla del HHS que interpretaba que «sexo» significaba identidad sexual o género, que definía como «el sentido interno de género de uno, que podría ser masculino, femenino, ninguno o una combinación de hombre y mujer».
Al encontrar que la regla probablemente era contraria a la ley de derechos civiles aplicable, la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa y la Ley de Procedimiento Administrativo, un tribunal federal la ordenó preliminarmente a fines de 2016. El tribunal finalizó su sentencia en octubre de 2019, anulando las disposiciones infractoras de la regla. Un segundo tribunal federal estuvo de acuerdo.
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