El presidente Joe Biden estaría dispuesto a promover su paquete de infraestructura de 2 billones de dólares sin el respaldo de los legisladores republicanos, dijo el domingo la secretaria de Energía, Jennifer Granholm.
Granholm indicó que el presidente podría considerar intentar aprobar la legislación utilizando un proceso presupuestario para eliminar a los republicanos y evitar el obstruccionismo, reduciendo el umbral requerido en la cámara alta a una mayoría simple de 60 votos.
Esto fue utilizado por los demócratas del Senado para aprobar el último paquete de alivio por el COVID-19 con cero votos republicanos.
“Como él ha dicho, fue enviado a la presidencia para hacer un trabajo para Estados Unidos. Y si la gran mayoría de los estadounidenses, demócratas y republicanos en todo el país apoyan la inversión en nuestro país y no nos permiten perder la competencia a nivel mundial, entonces él hará eso», dijo Granholm en «State of the Union» de CNN.
Sin embargo, Granholm agregó que Biden preferiría que su paquete de infraestructura tuviera apoyo bipartidista.
“Su preferencia sincera, su mano abierta, es que los republicanos vengan a la mesa y digan, ‘si no les gusta esto, ¿Cómo lo pagarían? Si no les gusta esto, ¿Qué incluirían?’ Sin embargo, gran parte de esto incluye prioridades que los republicanos han apoyado”, dijo.
El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), señaló la semana pasada que es poco probable que apoye el paquete de infraestructura de Biden, diciendo que no respaldaría el gasto o los aumentos de impuestos «masivos» que podrían aumentar la deuda nacional.
McConnell dijo que el plan de infraestructura de Biden probablemente será un «caballo de Troya» que incluye otras prioridades demócratas como aumentos a los impuestos para financiar el plan.
“El ‘proyecto de ley de infraestructura’ no relacionado con la infraestructura de la administración parece otro caballo de Troya para las demandas de la extrema izquierda. Revertir las leyes del derecho al trabajo. Imponer las nuevas mayores alzas de impuestos en una generación—eliminar puestos de trabajo y desacelerar el crecimiento salarial cuando los trabajadores necesitan una recuperación rápida”, dijo en Twitter.
Entorno a las crecientes críticas al plan de Biden por parte de otros miembros del caucus, McConnell condenó el paquete y las propuestas para financiarlo al aumentar la tasa del impuesto corporativo al 28 % desde el 21 % actual, calificando al proyecto de ley como una «gran oportunidad perdida» para financiar importantes desarrollos de infraestructura serios.
“Nuestra nación podría usar un plan de infraestructura serio y específico. Habría apoyo bipartidista para una propuesta inteligente. Desafortunadamente, la última lista de deseos liberales que la Casa Blanca decidió etiquetar como ‘infraestructura’ es una gran oportunidad perdida por esta administración”, dijo McConnell.
“Mi consejo para la administración: si quieren hacer un proyecto de ley de infraestructura, hagamos un proyecto de ley de infraestructura. Antes de la pandemia, teníamos la mejor economía en 50 años. No deberíamos aumentar los impuestos bajo la apariencia de un proyecto de ley de infraestructura y enviar nuestra economía en la dirección equivocada», agregó.
El senador Roy Blunt (R-Mo.) pidió el domingo a la administración Biden que reduzca significativamente el paquete de infraestructura si Biden quiere el respaldo del Partido Republicano, y señaló que una suma menor de alrededor de 615 mil millones de dólares sería más probable que atraiga el respaldo de los colegas republicanos.
«Si volviésemos a mirar las carreteras, los puentes, los puertos y los aeropuertos, y tal vez incluso los sistemas de agua subterráneos y la banda ancha, aún se estaría hablando de menos del 30 por ciento de todo este paquete», dijo Blunt a «Fox News Sunday».
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