El presidente Joe Biden dijo a los residentes de los estados afectados por el huracán Helene que los agentes federales «no se irán hasta que el trabajo esté hecho».
«He ordenado a mi equipo que proporcione todos los recursos disponibles lo más rápido posible a sus comunidades, para rescatar, recuperar y comenzar la reconstrucción», dijo durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca el 30 de septiembre.
«Además de FEMA, [esto] incluye a la Comisión Federal de Comunicaciones para ayudar a establecer la capacidad de comunicaciones, la Guardia Nacional, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, y el Departamento de Defensa que puede proporcionar todos los recursos a su disposición para rescatar y ayudar en la limpieza de escombros y la entrega de suministros para salvar vidas».
La FEMA y la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa (Small Business Administration, SBA) están atendiendo en el lugar a los residentes cuyas casas y negocios quedaron «literalmente destruidos, arrasados o arrasados por el viento», y los equipos federales de búsqueda y rescate siguen trabajando codo con codo con los socios estatales y locales para encontrar a todos los que siguen desaparecidos.
«No descansarán hasta que todos estén localizados», dijo el presidente.
La administradora de la FEMA, Deanne Criswell, se encuentra sobre el terreno en Asheville, Carolina del Norte, y permanecerá allí durante los próximos días.
Biden dijo que habló con el gobernador de Georgia, Brian Kemp, el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, funcionarios del condado en la región de Big Bend de Florida, y otros líderes en Carolina del Sur y Tennessee.
«Estoy comprometido a viajar a las áreas impactadas lo antes posible, pero me han dicho que sería perjudicial si lo hiciera ahora mismo», dijo.
«No lo haremos a riesgo de desviar o retrasar cualquiera de los activos de respuesta necesarios para hacer frente a esta crisis».
Helene tocó tierra en el condado de Taylor, Florida, la noche del 26 de septiembre como un fuerte huracán de categoría 4, y su ola de destrucción incluyó una marejada ciclónica récord en la costa oeste de Florida, lluvias récord en Georgia, e inundaciones y corrimientos de tierra catastróficos en el oeste de Carolina del Norte y los Apalaches.
Al menos 10 estados sufrieron daños directamente relacionados con el huracán Helene. Más de 100 personas han muerto y más de 600 se encuentran en paradero desconocido.
Helene no es solo una tormenta catastrófica. Es una tormenta que hace historia.
El presidente aprobó las declaraciones de emergencia de Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee, Virginia y Alabama.
A continuación, aprobó las solicitudes de declaración de catástrofe adicionales de Florida, Carolina del Norte y Carolina del Sur para pagar la retirada de escombros y proporcionar ayuda financiera directa a los supervivientes.
Dijo que espera que la FEMA necesite fondos suplementarios aprobados por el Congreso, pero no precisó de cuánto serían.
Cuando se le preguntó si volvería a convocar una sesión extraordinaria del Congreso para permitir ese suplemento, dijo que tal vez tuviera que hacer esa petición, pero que aún no se había tomado ninguna decisión.
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