El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los otros líderes del G7 firmaron este miércoles una declaración con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la que se comprometen a garantizar la seguridad de Ucrania a largo plazo.
El encargado de hacer el anuncio de la declaración fue el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, quien compareció en un escenario junto a Zelenski y los líderes del G7, así como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
«El G7 seguirá apoyando a Ucrania. Nuestra solidaridad nunca flaqueará», prometió Kishida, en un evento de gran contenido simbólico en los márgenes de la cumbre de la OTAN en Vilna y plagado de banderas ucranianas, así como con las de los países del Grupo de los Siete y de la Unión Europea.
En la práctica, la declaración sirve para iniciar una serie de negociaciones bilaterales entre los miembros del G7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) y Ucrania para aumentar la cooperación militar.
La declaración está abierta a otros países y ya han expresado su intención de unirse al menos ocho (España, Países Bajos, Portugal, la República Checa, Islandia, Noruega, Dinamarca y Polonia), indicaron a la prensa fuentes del Gobierno español.
Zelenski considera la declaración un puente hacia la OTAN
Zelenski dio la bienvenida a la declaración del G7 y la describió como un puente hacia una futura entrada de Ucrania en la OTAN, algo que el líder ucraniano no consiguió en esta cita de la Alianza Atlántica.
En una declaración emitida el martes, la OTAN se limitó a establecer que “el futuro de Ucrania está en la OTAN”, no definió un calendario para su integración y estableció que Kiev debe superar una serie de “condiciones” para la adhesión, como reformas en materia democrática y militar.
Antes de que se hiciera público ese comunicado, Zelenski expresó en Twitter su decepción y consideró “absurda” la falta de un calendario claro para la integración de Ucrania en la OTAN.
Sin embargo, Zelenski este miércoles se mostró victorioso y consideró que la cumbre había sido un «éxito».
«El resultado de la cumbre de la OTAN en Vilna es un éxito que Ucrania necesitaba y que tiene un gran significado», manifestó el presidente ucraniano al lado de los líderes del G7.
El texto ofrece «compromisos», no «garantías» de seguridad
En todas sus comparecencias públicas, Zelenski afirmó que la declaración del G7 ofrece «garantías de seguridad» a Ucrania, pero el texto no usa esa expresión y solo se refiere a «compromisos de seguridad» en diferentes aéreas y que serán negociados por cada país.
En concreto, según el texto de la declaración, los países firmantes podrán ayudar a Ucrania de diferentes formas: desde con la entrega de armamento y entrenamiento para las fuerzas armadas ucraniana hasta colaboración en ciberseguridad, intercambios de información de inteligencia y medidas para aumentar la producción de armas en Ucrania.
Además, la declaración establece que, en el caso de un futuro ataque armado de Rusia, los países del G7 tienen intención de hacer «inmediatamente» las consultas necesarias con Ucrania para determinar «los pasos apropiados».
En todo caso, la declaración del G7 queda muy lejos de cualquier compromiso que pueda parecerse al artículo 5 del tratado atlántico, el principio que establece que un ataque a un miembro de la OTAN representa uno a toda la organización.
Sin embargo, antes incluso de que se formalizara el anuncio, el Kremlin consideró que la declaración firmada por el G7 para dar garantías de seguridad a Ucrania «atenta» contra la seguridad de Rusia.
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