El mayor gestor de activos del mundo, BlackRock, respondió el miércoles a las duras críticas del inversor multimillonario George Soros, que se mostró contrario a las recientes inversiones de la firma en China.
En un raro editorial del Wall Street Journal publicado el lunes, Soros advirtió que verter dinero en China equivalía a ayudar a un régimen represivo inmerso «en un conflicto de vida o muerte» con los valores democráticos que defiende Estados Unidos.
«Verter miles de millones de dólares en China ahora es un trágico error. Es probable que haga perder dinero a los clientes de BlackRock y, lo que es más importante, dañará los intereses de seguridad nacional de EE. UU. y de otras democracias», escribió Soros.
«La iniciativa de BlackRock pone en peligro los intereses de seguridad nacional de EE. UU. y de otras democracias porque el dinero invertido en China ayudará a apuntalar el régimen del presidente Xi, que es represivo en casa y agresivo en el exterior».
BlackRock respondió a las críticas en una declaración facilitada a la CNBC. La firma de gestión de activos dijo que creó su primer fondo de inversión en China tras recaudar algo más de 1000 millones de dólares de 111,000 inversores.
«Estados Unidos y China tienen una relación económica grande y compleja», dijo un portavoz de BlackRock. «El comercio total de bienes y servicios entre ambos países superó los 600,000 millones de dólares en 2020. A través de nuestra actividad de inversión, los gestores de activos con sede en EE. UU. y otras instituciones financieras contribuyen a la interconexión económica de las dos mayores economías del mundo».
Además de criticar la entrada de BlackRock en el mercado de fondos de inversión de China, Soros criticó al gestor de activos por recomendar a los inversores que dejen de tratar a China como una nación en desarrollo y tripliquen su exposición a las inversiones en valores chinos.
«El mercado chino representa una importante oportunidad para ayudar a cumplir los objetivos a largo plazo de los inversores en China y a nivel internacional», escribió el presidente de BlackRock, Larry Fink, en una carta a los accionistas.
En la declaración a la CNBC, el portavoz de BlackRock dijo que la empresa podría ayudar a China a afrontar su crisis de jubilación aportando su experiencia en servicios de jubilación.
Soros calificó las aventuras de BlackRock en China como una medida equivocada, probablemente motivada por una incomprensión fundamental del líder chino, Xi Jinping.
«La empresa parece haber tomado al pie de la letra las declaraciones del régimen del señor Xi. Ha establecido una distinción entre las empresas de propiedad estatal y las de propiedad privada, pero eso está muy lejos de la realidad. El régimen considera a todas las empresas chinas como instrumentos del Estado unipartidista», escribió Soros.
El inversor multimillonario también advirtió que, aunque verter dinero en China puede evitar una inminente crisis inmobiliaria, no solucionará los signos más profundos de decadencia, como la caída de las tasas de natalidad.
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