Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley afirman que la guerra antidroga de Estados Unidos está ahora en el ciberespacio, y que los principales antagonistas son las organizaciones delictivas transnacionales a las que prestan servicios los grupos chinos de lavado de dinero.
«La capacidad de los cárteles mexicanos para traficar con el mortífero fentanilo en Estados Unidos se ve muy reforzada por el lavado de dinero chino», afirma Steven Cagen, director adjunto de la División de Lucha contra la Delincuencia Organizada Transnacional de las Investigaciones de Seguridad Nacional.
«Estas organizaciones disponen de una vasta infraestructura mundial para limpiar las ganancias ilícitas de diversas organizaciones delictivas, entre las que se encuentran principalmente los cárteles mexicanos».
El Sr. Cagen fue uno de los varios testigos que declararon el 12 de julio ante el Subcomité de Seguridad Fronteriza y Aplicación de la Ley de la Cámara de Representantes.
Kemp Chester, asesor principal del director de la Política Nacional de Control de Drogas, declaró que China es un importante productor de los precursores químicos del fentanilo. Sin embargo, el gobierno chino se niega a poner de su parte para detener la producción de las sustancias químicas utilizadas para dar nombre al opioide sintético.
En cambio, parece que los chinos, en el mejor de los casos, se mantienen al margen o, en el peor, permiten a las organizaciones delictivas transnacionales la fabricación y distribución de la droga mortal, afirmó.
El Sr. Chester afirmó que las operaciones chinas de lavado de dinero están enriqueciendo a un ritmo más rápido que nunca a los narcotraficantes que se relacionan con ellas. El lavado de dinero que en el pasado habría llevado semanas o meses, ahora sólo lleva unas horas, dijo.
Los blanqueadores de dinero siguen utilizando los viejos métodos, como mezclar dinero en efectivo con los ingresos de un negocio legítimo o hacer trueques por armas o material para fabricar droga en el mercado negro. Pero también utilizan la criptomoneda y la banca electrónica en la red oscura para disfrazar y mover sus ganancias, dijeron los testigos.
Channing Mavrellis, director del programa de comercio ilícito del think tank Global Financial Integrity, declaró el pasado mes de abril a otro subcomité de la Cámara de Representantes que las operaciones chinas de blanqueo de capitales explotan las bolsas y los centros de fabricación específicos de China.
Afirmó que los beneficios de la droga se entregan a intermediarios chinos en Estados Unidos. Esos intermediarios anuncian los dólares para su venta a ciudadanos chinos en China, que compran la suma equivalente en moneda local y utilizan esa moneda para adquirir mercancías. Esos bienes se envían a Latinoamérica, donde se venden por moneda local, que se pasa al cártel.
El sistema es muy lucrativo
Ese sistema, dijo la Sra. Mavrellis, es altamente lucrativo.
El Sr. Chester dijo que en el pasado, el Partido Comunista Chino (PCCh) cooperó en la lucha contra las drogas. Dijo que los chinos aceptaron designar el fentanilo como droga peligrosa para que pudiera regularse mejor. Pero, hace aproximadamente un año, las relaciones entre el PCCh y Estados Unidos se deterioraron.
«Tienen un papel importante en este problema, y deberían tenerlo también, como cualquier gran nación, en su solución, y esperamos que colaboren con nosotros», declaró el Sr. Chester.
George Papadopoulos, administrador adjunto principal de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), declaró que el mes pasado su agencia sacó a la luz sólo una parte de la implicación china en la producción de fentanilo.
La DEA anunció los resultados de la Operación Químicos Asesinos, una investigación centrada en los precursores químicos para fabricar fentanilo. El Sr. Papadopoulos dijo que los agentes de la DEA acusaron a ocho ciudadanos chinos y —por primera vez— a cuatro empresas chinas de conspiración para fabricar e importar fentanilo en Estados Unidos.
«Estas personas y empresas vendieron suficientes precursores químicos para producir millones de dosis potencialmente mortales», declaró el Sr. Papadopoulos.
Según Tyrone Durham, director del Centro de Amenazas a los Estados Nacionales del Departamento de Seguridad Nacional, China es un entorno casi perfecto para introducirse en el tráfico de drogas. El país tiene una gran infraestructura de fabricación de productos químicos poco regulada y una frontera porosa.
Dijo que es fácil para los delincuentes chinos fabricar los productos químicos, sacarlos de contrabando del país, mezclados con productos legítimos, y luego desviarlos a los cárteles mexicanos o a otras operaciones de narcotráfico una vez fuera de China.
«China es la fuente de la mayoría de los precursores químicos necesarios para la producción de fentanilo», afirmó el Sr. Durham.
Producción a escala industrial
Los funcionarios estadounidenses afirmaron que los cárteles mexicanos están utilizando todo lo que tienen a su alcance para trasladar el mayor volumen posible de drogas ilícitas a Estados Unidos. El Sr. Papadopoulos añadió que los cárteles mexicanos están produciendo fentanilo «a escala industrial».
Además de vender la droga para su consumo, los cárteles también la añaden a otras drogas y a medicamentos falsificados para potenciar sus efectos. Dijo que los dos cárteles responsables de la mayor parte del fentanilo que entra en Estados Unidos son los de Sinaloa y Jalisco. Según el Sr. Papadopoulos, los cárteles tienen operaciones de fabricación y distribución basadas en modelos empresariales legítimos.
Utilizan drones no tripulados para la vigilancia y la entrega, y las redes sociales y la web oscura para vender sus drogas mientras obtienen enormes beneficios fuera de la vista del público.
«Puedo asegurarte que la epidemia de intoxicación por drogas que estamos experimentando hoy no tiene precedentes», dijo el Sr. Papadopoulos. «Muchas personas que mueren por fentanilo no sabían que estaban tomando fentanilo».
Con información de Andrew Thornebrooke y The Associated Press.
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