El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, llega este viernes a Hanói para reunirse hasta el domingo con los principales líderes vietnamitas y afianzar su relación con el país en un momento en que Washington busca reforzar su presencia en el Sudeste Asiático ante la pujanza de China.
La visita de Blinken se enmarca en el décimo aniversario de la Asociación integral entre Vietnam y Estados Unidos y con la pregunta de si puede elevarse a asociación estratégica, el máximo rango de relación entre dos países, que Vietnam sólo mantiene con China, Rusia, India y Corea del Sur.
Según un comunicado del Departamento de Estado de EE. UU., Washington espera «expandir» la asociación con Vietnam en los próximos años y ambos países comparten el objetivo de lograr una región indopacífica «abierta, conectada, próspera, resiliente y pacífica».
En las últimas semanas se ha especulado con una posible profundización en las relaciones entre ambos países a raíz de la conversación telefónica mantenida en marzo entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y la máxima autoridad vietnamita, Nguyen Phu Trong, secretario general del Partido Comunista.
Vietnam, que no ha dado detalles sobre la agenda prevista para Blinken, mantiene una política exterior de equilibrio entre las grandes potencias conocida en medios académicos como diplomacia de bambú, ya que el país asiático se bandea a un lado u otro en función de las circunstancias.
El Departamento de Estado adelantó que uno de los asuntos tratados será la mejora de la cooperación de seguridad, con el objetivo de «mejorar la capacidad de Vietnam de mantenerse alerta con sus dominios marítimos y proteger su soberanía».
Hanói y Beijing mantienen un litigio por la soberanía de dos archipiélagos en el Mar de China Meridional, lo que en ocasiones provoca incidentes entre pesqueros vietnamitas y patrulleras chinas.
Además de la cooperación en materia de seguridad, Blinken abordará los legados de la guerra terminada en 1975, con ayuda financiera para limpiar terrenos aún hoy contaminados por las armas químicas y para eliminar las bombas y minas sin estallar desde el conflicto.
La economía, con un intercambio comercial bilateral valorado en 138,000 millones de dólares en 2022, será otro de los asuntos centrales de la visita de Blinken, en la que también se abordarán la crisis climática y la cooperación sanitaria.
Uno de los posibles desencuentros entre ambas partes pueden ser los derechos humanos, debido a la represión que Vietnam ejerce contra los disidentes del régimen de partido único en vigor desde 1975.
Grupos proderechos humanos han pedido a Washington que aumente sus exigencias con Vietnam en este asunto después de que el pasado miércoles fuera condenado a seis años de cárcel un bloguero por «propagar información contra el Estado».
Tras reunirse el sábado con los principales líderes vietnamitas, Blinken viajará el domingo a Japón para participar en la reunión del G7 de ministros de Exteriores.
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