El secretario de Estado Antony Blinken, en una entrevista con ABC el domingo, defendió la decisión de la Administración Biden de mantener los límites de refugiados de la era Trump en medio de las limitaciones de capacidad.
«Va a ser muy difícil cumplir con los 62,000 este año fiscal», dijo Blinken sobre el objetivo anterior de la Administración Biden para las admisiones de refugiados, ante la pregunta acerca de la directriz del viernes de mantener el límite establecido por la Administración Trump de 15,000.
El presidente Joe Biden declaró en la directriz que la admisión de hasta 15,000 refugiados este año fiscal, que finaliza el 30 de septiembre, «está justificada por graves preocupaciones humanitarias y es, aparte de eso, de interés nacional».
Biden justificó un límite más bajo citando «una situación de emergencia imprevista para los refugiados (…) debido a la nueva o creciente violencia política, la represión, las atrocidades o las crisis humanitarias» en una serie de países, así como «las condiciones cambiantes causadas por la pandemia de la enfermedad del coronavirus 2019».
Aunque la directriz no menciona la afluencia de inmigrantes ilegales, cuyas aprehensiones en marzo se elevaron a 172,000, Biden reconoció el problema cuando se le preguntó el sábado después de jugar golf en Wilmington, Delaware.
«El problema fue que la parte de los refugiados estaba trabajando en la crisis que terminó en la frontera con los jóvenes. No podíamos hacer dos cosas a la vez. Pero ahora vamos a aumentar el número», dijo, refiriéndose a su intención de aumentar el límite en mayo.
El uso de la palabra «crisis» por parte de Biden fue una rara admisión de la gravedad de la ola en la frontera. Los republicanos han insistido durante mucho tiempo en llamar crisis a la afluencia de inmigrantes ilegales en sus críticas a la decisión de la Administración de Biden de dar marcha atrás a algunas políticas fronterizas de la era de Trump, una medida que, según ellos y algunos expertos, está alimentando la afluencia en la frontera. La Casa Blanca ha evitado usar el término en sus mensajes, optando en su lugar por llamarlo un «desafío», mientras que culpa a las políticas del expresidente Donald Trump por dejar el programa de admisión de refugiados «diezmado.»
«El sistema de refugiados que encontramos no estaba listo, no tenía los recursos —los medios— para procesar efectivamente a tanta gente como esperábamos», dijo Blinken a ABC.
Blinken añadió que la Administración de Biden «volverá a revisar [el límite] a mediados de mayo», aunque declinó especular a qué número por encima de 15,000 podría elevarse, o si cree que la administración alcanzará su objetivo de 125,000 admisiones de refugiados en el siguiente año fiscal.
«Mire, el presidente ha sido claro sobre dónde quiere ir, pero tenemos que estar, ya sabe, centrados en lo que somos capaces de hacer cuando somos capaces de hacerlo», dijo Blinken.
Esto siguió a una declaración emitida por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien dijo que Biden «establecería un límite final y aumentado de refugiados para el resto de este año fiscal antes del 15 de mayo».
La decisión de Biden de mantener el límite de la era de Trump fue recibida con la reacción de los grupos de defensa y los principales demócratas en el Capitolio, como el senador Dick Durbin (D-Ill.), que calificó el límite de «inaceptable».
Eric Schwartz, presidente de Refugees International, un grupo de defensa, dijo en un comunicado que la «decisión de Biden de reafirmar el límite de admisión de refugiados de su predecesor es profundamente decepcionante, y hace que las administraciones de Trump y Biden sean conjuntamente responsables del límite más bajo desde el inicio del Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos hace unas cuatro décadas».
«Los refugiados que han sido completamente investigados por los funcionarios estadounidenses ahora continuarán esperando en situaciones vulnerables, ya que esta decisión los deja en un limbo continuo», agregó Schwartz.
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