El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, viajará a Australia, Fiyi y Hawái la próxima semana para demostrar el compromiso de Estados Unidos con la región del Indo-Pacífico, manteniendo la atención en la región a pesar de la creciente crisis entre Rusia y Ucrania.
El Departamento de Estado dijo que Blinken asistirá a una reunión de ministros del Quad en Australia, del 9 al 12 de febrero, para mantener conversaciones con los aliados del Indo-Pacífico —Australia, Japón e India— con el fin de discutir la seguridad marítima, el cambio climático y la cooperación para combatir la pandemia del coronavirus.
Blinken mantendrá «varias reuniones bilaterales importantes» con los líderes australianos, que incluyen al ministro de Asuntos Exteriores japonés Hayashi Yoshimasa y el ministro de Asuntos Exteriores indio Subrahmanyam Jaishankar, durante su viaje a Australia.
«Es a través de esta asociación [de la Quad] que estamos reforzando el entorno de seguridad en la región para hacer frente a la agresión y la coerción. Y será a través de esta asociación como ayudaremos a la recuperación económica mundial», dijo el Departamento de Estado.
A continuación, Blinken se dirigirá a Fiyi para reunirse con el primer ministro de ese país, Bainimarama, y con los líderes de las islas del Pacífico para hablar de la cooperación regional. Esta será la primera visita de un secretario de Estado a Fiyi desde 1985.
El máximo responsable de la diplomacia estadounidense concluirá su viaje en Hawái, donde celebrará una reunión trilateral con sus homólogos de Japón y Corea del Sur para hablar de los desafíos globales y de «la completa desnuclearización de la península de Corea».
«El secretario demostrará la fuerza y la credibilidad del compromiso de Estados Unidos con la región del Indo-Pacífico, y específicamente con nuestros socios y aliados democráticos más importantes de la región», añadió el Departamento de Estado.
Los analistas políticos afirmaron que Blinken realiza el viaje a pesar de la creciente crisis ucraniana —ya que más de 100,000 tropas rusas se concentran cerca de su frontera— para demostrar su apoyo a la región del Indo-Pacífico y para centrarse en hacer retroceder la creciente agresividad de China.
Frente a los esfuerzos de Estados Unidos por presionar al régimen del Partido Comunista Chino por sus abusos de los derechos humanos, y a Rusia por su concentración militar cerca de la frontera con Ucrania, los dos líderes proclamaron una amistad «sin límites» en la jornada inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno el viernes. También firmaron contratos de gas y petróleo por un valor estimado de 117,500 millones de dólares.
Mostrando un frente unido, los dos líderes emitieron una declaración de más de 5000 palabras tras la reunión, en la que destacaban su oposición a lo que llamaron “injerencia en los asuntos internos” de “otros Estados”, en una referencia disimulada a Washington y sus aliados.
Según la declaración, Rusia reconoce a Taiwán como «una parte inalienable de China» y rechaza la independencia de la isla autogobernada «en cualquiera de sus formas», mientras que Beijing respaldó la oposición de Rusia a la ampliación de la OTAN.
Las dos naciones también «condenan enérgicamente» la asociación trilateral de seguridad entre Australia, Estados Unidos y el Reino Unido —el pacto AUKUS— en virtud del cual Estados Unidos y el Reino Unido ayudarán a Australia a adquirir submarinos de propulsión nuclear.
Con información de Dorothy Li y Reuters.
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