Un nuevo estudio sugiere que los bloqueadores de la pubertad pueden causar daños permanentes en los órganos reproductores de los varones y perjudicar irreversiblemente su fertilidad, lo que socava la afirmación de que su uso es una forma inofensiva de «explorar la identidad de género».
El estudio de la Clínica Mayo, publicado a finales de marzo y aún no revisado por pares, analizó el mayor biorrepositorio testicular pediátrico clínicamente anotado de varones adolescentes que sufrían disforia de género y a los que se administraron bloqueadores crónicos de la pubertad.
Los investigadores concluyeron, a partir de una combinación de atrofia de la glándula y anormalidades microscópicas a nivel celular, que el uso de bloqueadores de la pubertad conlleva el riesgo de daños permanentes en la aptitud reproductiva.
«A nivel tisular, informamos de una atrofia de las glándulas sexuales de leve a grave en los niños tratados con PB», escribieron los autores.
Tras examinar los cambios microscópicos de las células testiculares y someterlas a novedosos análisis computacionales con tecnología de secuenciación de ARN unicelular, los investigadores señalaron su preocupación por que los bloqueadores de la pubertad puedan dañar la fertilidad de forma irreversible.
«Esto, combinado con la atrofia de las glándulas y las anomalías observadas en los datos histológicos, plantea una posible preocupación respecto a la ‘reversibilidad’ completa y la aptitud reproductiva de las células madre espermatogonias», escribieron los autores. Las células madre espermatogonias son la base de la producción de esperma y la fertilidad masculina.
A pesar de los hallazgos del estudio, que son preliminares y aún no han sido revisados por pares, el sitio web de la Clínica Mayo sostiene que los bloqueadores de la pubertad «no causan cambios físicos permanentes» y simplemente «pausan» la pubertad, por lo que ofrecen una «oportunidad para explorar la identidad de género».
Los autores del estudio señalaron que, hasta la fecha, no se han realizado estudios rigurosos sobre el uso prolongado de bloqueantes de la pubertad en adolescentes y sus consecuencias a largo plazo sobre la aptitud reproductiva.
También afirmaron que aún no se conocen bien las consecuencias de la exposición a los bloqueantes de la pubertad sobre el desarrollo testicular juvenil y la aptitud reproductiva de las células madre espermatogonias.
Los científicos pidieron más investigación, que podría confirmar sus indicaciones preliminares de atrofia testicular permanente y deterioro irreversible de la fertilidad debido al uso de bloqueadores de la pubertad en los niños.
Los interrogantes se arremolinan
Varios destacados críticos del uso de bloqueantes de la pubertad en adolescentes han tomado nota del estudio, entre ellos la célebre escritora J.K. Rowling.
«Usted está promoviendo a sabiendas el uso de bloqueadores de la pubertad, incluso después del reciente informe de la Clínica Mayo que dice que pueden causar ‘atrofia leve a severa de las glándulas sexuales’ — es decir, testículos marchitos — problemas de fertilidad e incluso cáncer», escribió en un post en X.
La Sra. Rowling estaba dirigiendo sus críticas a una clínica de género con sede en el Reino Unido que pide públicamente un fácil acceso a los bloqueadores de la pubertad y lo justifica alegando que sus efectos son reversibles y «fomentan la salud mental positiva y el bienestar social de los jóvenes trans».
Genevieve Gluck, investigadora y cofundadora de Reduxx, una publicación que adopta una postura crítica sobre las cirugías y los tratamientos transgénero, dijo en un posteo en X que ya había pruebas previas que indicaban los daños de los bloqueadores de la pubertad en las mujeres que se sometían a ellos.
«Ya teníamos pruebas de que los medicamentos llamados eufemísticamente ‘bloqueadores de la pubertad’ eran tóxicos, antes de que se comercializaran para niños en nombre de la ‘identidad de género’, pero se ignoró a las mujeres que los sufrieron», escribió.
La Sra. Gluck escribió sobre el asunto más extensamente en un artículo en Substack que cita al endocrinólogo Dr. Will Malone diciendo que «es engañoso afirmar como un hecho que ‘los bloqueadores de la pubertad son reversibles’. Nadie sabe si los impactos físicos y psicológicos de detener la pubertad normal son reversibles».
Citó una investigación realizada por el Dr. Malone y el Dr. Michael Laidlaw en la que se descubrió que los niños de entre 12 y 15 años tenían una densidad ósea anormalmente baja tras dos años de supresión puberal.
Ningún beneficio confirmado
Aunque algunos defensores de las terapias y cirugías de «afirmación de género» afirman que pueden ayudar a las personas que sufren disforia de género, las pruebas de ello son escasas.
Una organización nacional de pediatras ha publicado recientemente una declaración en la que afirma que los procedimientos de transición de género, como los bloqueadores de la pubertad y las hormonas transgénero, no aportan ningún beneficio para la salud mental de los jóvenes con disforia de género.
«No existen estudios a largo plazo que demuestren los beneficios ni estudios que evalúen los riesgos asociados a las intervenciones médicas y quirúrgicas» proporcionadas a los adolescentes con disforia de género, afirmó el Colegio Americano de Pediatras (ACPeds) en una declaración de posición el 7 de febrero.
El grupo preparó la declaración tras revisar más de 60 estudios.
«No hay pruebas a largo plazo de que los problemas de salud mental disminuyan o se alivien después de la ‘terapia de afirmación de género'», escribieron.
Muchos individuos que se han sometido a ella «se arrepienten más tarde de esas intervenciones y buscan alinear su identidad de género con su sexo».
«Debido a los riesgos de las intervenciones sociales, médicas y quirúrgicas, muchos países europeos desaconsejan ahora estas intervenciones al tiempo que fomentan la terapia de salud mental», añadió el grupo.
Un informe de Finlandia de 2020 planteaba su preocupación por la posibilidad de que la terapia hormonal, como el uso de bloqueadores de la pubertad, «altere el curso del desarrollo de la identidad de género». Esto significa que los bloqueadores de la pubertad «pueden consolidar una identidad de género que de otro modo habría cambiado en algunos de los adolescentes tratados».
Un informe de mayo de 2022 de la Agencia de Florida para la Administración del Cuidado de la Salud dijo que no había estudios que compararan los resultados entre un grupo de individuos con disforia de género que usaban bloqueadores de la pubertad y los que no los usaban.
«Por lo tanto, se desconoce si las personas con disforia de género que usan bloqueadores de la pubertad experimentan más mejoras en la disforia de género, la depresión, la ansiedad y la calidad de vida que aquellos con disforia de género que no los usan. Hay muy poca certeza sobre los efectos de los bloqueantes de la pubertad en la ideación suicida», se afirma.
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