Boeing se enfrenta a una pérdida de liquidez en lo que queda del año 2024 y no tiene previsto aumentar sus entregas en el segundo trimestre, declaró el 23 de mayo el director financiero de la compañía.
El fabricante aeroespacial está inmerso en una crisis histórica de imagen pública. Múltiples incidentes aéreos desencadenaron investigaciones del Departamento de Justicia y de la Administración Federal de Aviación (FAA), lo que ha mermado su producción de aviones utilizados por compañías aéreas de todo el mundo.
El Director Financiero de la compañía, Brian West, afirmó que Boeing perderá efectivo en lugar de ganarlo en 2024, según su intervención en la Conferencia Global de Transporte e Industriales de Wolfe Research el 23 de mayo. El Sr. West explicó que las entregas no aumentarán en el segundo trimestre y que la compañía dejó de distribuir aviones a China mientras los reguladores del país revisan la batería de un dispositivo de grabación de la cabina.
A muchos inversionistas les sorprendieron las declaraciones del Sr. West, lo que hizo que las acciones de Boeing cayeran un 6% durante las operaciones del mediodía. Los comentarios contrastan con las previsiones de marzo de la compañía, que pronosticaban un flujo de caja positivo para Boeing.
«En términos generales, diría que se están produciendo bastantes cambios en la empresa, tanto cambios a gran escala como muchos, muchos cambios a menor escala, todo ello en nombre de la mejora de la calidad, la reducción del trabajo desplazado y una mayor estabilidad», declaró el Sr. West.
Tras el incidente ocurrido el 5 de enero en Alaska Airlines, cuando un panel que cubría una puerta no utilizada estalló en pleno vuelo, la producción de aviones de Boeing se ralentizó considerablemente, ya que se enfrenta a investigaciones reguladoras y al examen de los legisladores y el público.
El retraso de los reguladores chinos sobre las baterías de la grabadora de voz de la cabina, de 25 horas, tendrá un impacto en el flujo de caja de Boeing en el segundo trimestre, dijo el Sr. West. La empresa emitió un comunicado el 22 de mayo en el que afirmaba estar trabajando con sus clientes chinos mientras la Administración de Aviación Civil del país revisa las baterías.
Las entregas totales de los aviones comerciales de Boeing también seguirán retrasándose durante ese tiempo, explicó el director financiero, añadiendo que los clientes están «frustrados y decepcionados» por los problemas de la cadena de suministro.
«Si uno está en el interior, uno está viendo el progreso en muchas, muchas maneras», dijo el Sr. West, pero señaló que muchos desean que la producción «vaya más rápido».
Al 23 de mayo, las acciones de Boeing ya habían bajado un 30% en 2024. La producción de la compañía de su 737 MAX cayó a un solo dígito en abril, considerablemente por debajo del límite de 38 aviones al mes impuesto recientemente por la FAA. Boeing ralentizó su línea de montaje del área de Seattle mientras trabaja para cumplir los pedidos pendientes.
Estos movimientos se produjeron tras el incidente del 5 de enero de Alaska Airlines, ocurrido en un avión recién fabricado. Además del tope de producción, la FAA también impuso un plazo hasta el 30 de mayo para que Boeing elabore un informe de 90 días que aborde los «problemas sistémicos de control de calidad.» La compañía está en un «largo camino» para resolver sus problemas de seguridad, dijo el 23 de mayo el administrador de la FAA, Mike Whitaker.
Boeing está revisando su proceso de fabricación y buscando un nuevo CEO. Dave Calhoun ya anunció su marcha para finales de 2024, pero los accionistas votaron recientemente a favor de mantenerlo en el consejo de la compañía.
El Departamento de Justicia también está considerando procesar penalmente a Boeing después de que el 14 de mayo anunciara que la compañía violó su acuerdo de 2021 para aplazar el procesamiento, tras los accidentes de los 737 MAX de 2018 y 2019 en los que murieron 346 personas. La agencia decidirá antes del 7 de julio si procesa a la compañía aeroespacial.
Boeing también está buscando adquirir Spirit AeroSystems, que fabrica los fuselajes de los 737 MAX de Boeing. El Sr. West dijo que un acuerdo podría producirse más adelante durante el año, pero debido a su tamaño y complejidad, Boeing no está apresurando las negociaciones.
«Así que Spirit y Boeing creen que la reintegración de este negocio es importante en una variedad de frentes (…) los beneficios serán la fuerza de la calidad y la seguridad», dijo el Sr. West.
Boeing escindió Spirit AeroSystems en 2005, y ahora este obtiene ingresos del principal competidor de Boeing, Airbus. Recientemente, Airbus asumió algunas de las operaciones de Spirit al reducirse la producción.
Con información de Reuters
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