Los recientes roces diplomáticos entre Bolivia y México han hecho que el país suramericano decline de participar en el traspaso de la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y analice su continuidad en ese foro internacional.
«Bolivia evaluará su permanencia en este foro y en su calidad de presidente pro tempore en ejercicio anuncia que no participará del inicio de la próxima presidencia», resalta la parte culminante de la declaración leída este lunes por el vicecanciller interino boliviano, Gualberto Rodríguez.
Malestar de Bolivia por la CELAC
Bolivia asumió en enero pasado la presidencia pro tempore del organismo continental, que ahora México se prepara para recibir.
El Gobierno boliviano ha señalado que México asumió una actitud que «se contrapone a las normas y prácticas establecidas por la CELAC», al convocar a un par de reuniones para presentar su plan de trabajo y organizar la transición en la presidencia del organismo.
«No vamos a participar de la reunión que ha citado México para el día 8 de enero y no vamos a asistir, porque simplemente era Bolivia la que debía convocar a esa reunión y en territorio boliviano», sentenció la canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, en declaraciones a los medios en La Paz.
Otras diferencias con México
En el comunicado emitido por la Cancillería boliviana se hace referencia también a la «conducta inamistosa» del Gobierno mexicano con Bolivia y su «reticencia» de reconocer al Ejecutivo de la presidenta interina del país, Jeanine Áñez.
La declaración emitida por Bolivia también hace mención a lo que se considera una «vulneración» a los principios fundamentales del instituto del asilo político «para favorecer al señor Evo Morales».
El pasado 10 de noviembre Morales renunció a la Presidencia de Bolivia para horas después viajar a México en condición de asilado, donde permaneció por un mes.
Las constantes declaraciones, entrevistas y participación en actos públicos de Morales en México, en los que hacía referencia de la situación en Bolivia, causaron la protesta del Gobierno boliviano que mediante una nota en la que hablaba de la violación a los principios del asilo.
Estos hechos, a los que se suma este último impase por la transmisión de la presidencia de la Celac, «constituyen injerencia en los asuntos internos de Bolivia y contravienen la centenaria doctrina Estrada que definió la política exterior mexicana», señala la declaración.
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