Bolivia registra al menos dos casos de sarampión tras veinte años de silencio epidemiológico en el país, al confirmar las autoridades de salud uno en la región de Santa Cruz, la más golpeada por la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus, y otro en la de Chuquisaca.
El secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, Óscar Urenda, informó sobre el caso detectado de sarampión en una mujer embarazada de 29 años, que fue aislada para realizar los estudios epidemiológicos.
«Se está haciendo todos los trabajados necesarios de contención, esta señora está aislada y está sin mayores síntomas, ella fue vacunada, por lo tanto, su sintomatología no es grave», manifestó Urenda en conferencia de prensa.
El secretario pidió a la población no alarmarse y subrayó que hay un «altísimo índice de vacunación», pero que se están tomando «todos los recaudos necesarios» para evitar un brote epidemiológico.
Luego el jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud de Bolivia, Virgilio Prieto, detalló que la mujer es pediatra y que «no presentó las características clásicas» del sarampión, está vacunada y no tiene antecedentes de viaje o contacto con turistas.
Prieto agregó que se hace seguimiento de la paciente y de sus contactos, a la vez que enfatizó en que es «difícil» tener un brote de sarampión, por la protección de la vacuna.
Sin embargo, sostuvo que la «velocidad de transmisión del sarampión es más alta que la del coronavirus (virus del PCCh)», pero que la posibilidad de tener casos graves «no es tan grande».
Tras conocerse el caso en Santa Cruz, el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) en la región boliviana de Chuquisaca, Martin Maturano, reportó otro caso de sarampión en ese departamento.
Maturano declaró a los medios que se reforzará la vacunación en el departamento, que tienen disponibles unas 40,000 dosis para realizar un «rastrillaje» entre población de riesgo, como los menores de 5 años.
El sarampión es una enfermedad vírica que se puede transmitir por gotas expulsadas y suspendidas en el aire que provienen de la nariz o la boca de una persona infectada.
En Bolivia el último caso endémico de sarampión se reportó en 2000 y luego hubo un silencio epidemiológico.
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