Durante la reunión de este miércoles que precede a la cumbre del MercoSur (Mercado Común del Sur), el presidente brasileño Jair Bolsonaro dijo que Argentina sufrirá más daños si el nuevo presidente electo Alberto Fernández decide romper los acuerdos comerciales entre ambos países.
Desde el Palacio de Alvorada Bolsonaro dijo que, a pesar de no tener afinidad ideológica con el nuevo gobierno de Argentina, no romperá con los acuerdos comerciales y mantendrá una relación pragmática con el país vecino, informó Folha de S.Paulo.
“Argentina giró a la izquierda. Vamos al pragmatismo. Estamos luchando, Argentina pierde mucho más. Pero no quiero perder un dedo. Y seguiremos haciendo negocios”, dijo el mandatario brasileño.
“Tenemos que cumplir con los acuerdos. No podemos cerrarlos porque perdemos credibilidad”, agregó.
Ante la compleja situación económica de Argentina, el presidente brasileño criticó la posibilidad de que el Banco Central de Argentina emitiera papel moneda ante una posible crisis.
A pocos días de la asunción de Fernández, el presidente Jair Bolsonaro celebrará este jueves la cumbre del Mercosur en la ciudad de Bento Gonçalves, unos 125 kilómetros al norte de Porto Alegre, en el estado de Río Grande del Sur.
Uno de los objetivos de la reunión del Mercado Común del Sur será el traspaso de la presidencia pro tempore, que ostentaba Macri, a su par brasileño.
Con esta reunión Bolsonaro deja en claro que se distanciará del próximo inquilino de la Casa Rosada y despedirá a un aliado con quien mejoró las relaciones bilaterales.
Las relaciones diplomáticas entre Sao Paulo y el nuevo gobierno argentino se venían distanciando desde que Bolsonaro anunció su inasistencia a la investidura del peronista Alberto Fernandez.
Bolsonaro declaró a los periodistas: «No voy». Dejando en claro que no pretende felicitar a su homólogo argentino, considerando que su país vecino está pasando por una situación complicada.
A pesar de que durante la campaña electoral catalogó a Fernández como un «bandido de izquierda», el presidente brasileño dijo que no pretende adoptar ninguna represalia contra el nuevo gobierno que tendrá como vicepresidenta a la ex mandataria Cristina Fernández.
Bolsonaro señaló: “Ya que ganó, vamos hacia adelante”; pero manifestó que no está de acuerdo con la petición del gobierno peronista de poner en libertad al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a ocho años por corrupción.
Ante las duras críticas de Bolsonaro, el canciller argentino Jorge Faurie calificó de inapropiadas las declaraciones del mandatario brasileño.
“Hay algunas expresiones que son inapropiadas, lo he comentado en una nota que le he enviado yo a título personal al embajador de Brasil”, dijo Faurie, quien insistió en “preservar la importancia del vínculo bilateral y lo que ello significa”, para ambos países que comparten estrechas relaciones.
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