El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien será sustituido en el poder por Luiz Inácio Lula da Silva el domingo, partió este viernes hacia Estados Unidos, poco después de dirigirse a sus seguidores.
Previo a viajar hacia Orlando en un avión de la Presidencia, el líder conservador rompió el casi absoluto silencio que mantuvo desde las elecciones de octubre pasado, pero no hizo alusión alguna a su intención de dejar el país antes de la toma de posesión del presidente electo.
Fuentes oficiales confirmaron a EFE que a cargo del Gobierno quedó el vicepresidente, Hamilton Mourao, como es usual cuando el mandatario viaja al exterior.
Ni Bolsonaro ni el Gobierno han dado detalle alguno sobre el viaje, pero de acuerdo con fuentes de su entorno personal citadas por la prensa local, su intención es pasar al menos tres meses fuera del país.
Antes de partir, se dirigió a sus seguidores en un directo por sus redes sociales, transmitido en sus últimos momentos en la residencia oficial de la Presidencia.
«No vamos a creer que el mundo acaba este 1 de enero» con la investidura de Lula, declaró Bolsonaro y pidió a quienes le apoyan «no tirar la toalla ni dejar de hacer oposición», aunque de forma pacífica y dentro del marco constitucional.
El pronunciamiento duró poco más de una hora y Bolsonaro no terminó de reconocer su derrota en las elecciones ni felicitó a Lula.
Por el contrario, insistió en que fue «víctima» de una justicia electoral «que no fue parcial» y que, en su opinión, favoreció al líder progresista con diversas decisiones.
Reiteró que su «libertad» y la de los grupos conservadores que le apoyan fue «cercenada» y se les «impidió» denunciar los fallos que tiene el sistema electrónico de votación que se utiliza en Brasil desde 1996.
Sin citar a Lula por su nombre, auguró que «el nuevo Gobierno que viene ahí va a crear muchos problemas» y la va a «imponer al país una ideología nefasta que no resultó en ningún lugar del mundo».
También justificó las manifestaciones que mantienen activistas conservadores a las puertas de los cuarteles, donde exigen un golpe militar que impida la investidura de Lula y le mantenga en el poder.
En su opinión, son una reacción a un proceso electoral que «no tuvo toda la transparencia», lo cual llevó a «una masa de personas a tomar las calles y protestar».
Subrayó que él no convocó esas movilizaciones, pero insistió en que se trata de «una protesta pacífica, ordenada, que respeta las leyes» y constituyen «una manifestación espontánea del pueblo».
«Nosotros no queremos un Brasil peor», pero «tenemos que respetar nuestra ley y la Constitución», afirmó Bolsonaro, quien sostuvo que «a partir de ahora toda manifestación (contra el Gobierno de Lula) es bienvenida».
Según el líder conservador, su lema «Dios, Patria, Familia y Libertad no se va a perder» y debe ser a partir de ahora la guía «de todos los patriotas» que quieren «el regreso de un país con orden y progreso».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.