La presidenta peruana Dina Boluarte acusó este martes a la milicia boliviana «Ponchos Rojos» de enviar armas a Perú a través de las fronteras entre ambos países, pidiendo que se aceleraran las investigaciones del caso.
En una rueda de prensa, Boluarte dijo que la cifra de muertos en Perú asciende a más de 50, producto de las protestas violentas provocadas por presuntos grupos radicales que «tienen una agenda política y económica basada en el narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando».
La mandataria aseguró que quiere una investigación por los fallecidos por balas, haciendo referencia a las protestas violentas del 9 de enero en la ciudad sureña de Juliaca, en Puno, donde una veintena de personas murieron por proyectiles de armas de fuego.
“Hay videos donde al parecer uno de los señores agarra una huaraca, y no es una honda, es un arma que dispara y mata al compañero que está a su lado (…) no es la policía que disparó. Los fallecimientos no ocurrieron donde estaba concentrada la policía, sino en las inmediaciones de las calles”, dijo Boluarte.
La mandataria señaló que la mayoría de los impactos fueron con las denominadas balas «dum dum».
“Los agentes no usan esas armas letales”, añadió.
Asimismo, pidió a la fiscalía que determine si esas balas han provenido de los policías o del “lado de los señores violentistas y radicales”.
“Porque sabemos de manera extraoficial que por la frontera de Perú-Bolivia han ingresado estas armas letales, llamadas ‘dun dun’, traídas por los ‘Ponchos Rojos’”, agregó. “Por eso digo que la fiscalía investigue de manera objetiva y rápida, para que podamos todos saber la verdad”.
Los «Ponchos Rojos» son una aguerrida milicia aymara en Bolivia que apoya al expresidente Evo Morales y está relacionada al Movimiento al Socialismo (MAS).
Boluarte también pidió perdón de manera pública por los fallecimientos ocurridos en estos hechos violentos.
En los últimos días, varios congresistas peruanos han cuestionado la infiltración de grupos izquierdistas bolivianos en las protestas violentas que se desataron en Perú, luego que Boluarte tomara el mando.
Un líder de la milicia aymara respondió a las declaraciones de Boluarte exigiendo pruebas.
Hasta este miércoles, se registraron un total de 56 muertes y más de 1559 personas heridas entre civiles y policías como resultado de los disturbios violentos que iniciaron en la provincia sureña de Puno, según datos de la Defensoría del Pueblo. Además de numerosos daños a la infraestructura que también ha afectado las economías de los peruanos.
Esto ocurre mientras siguen las jornadas de marchas, protestas violentas y bloqueos de carreteras en el país.
Por su parte, el Congreso aprobó este jueves declarar al expresidente boliviano Evo Morales como persona non grata.
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