El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Joseph Borrell, dijo estar a la expectativa de que la administración Biden retire a Cuba de la lista de patrocinadores estatales del terrorismo–una medida tomada por el anterior gobierno de Donald Trump como parte de los esfuerzos para contrarrestar la influencia del régimen comunista en la isla.
«Lamentamos mucho la decisión de Trump de incluir a Cuba en la lista de países que apoyan el terrorismo. Esta decisión fue tomada en las últimas horas de su mandato. Y esperamos que la nueva administración la revierta», dijo Borrell durante una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, el 5 de febrero.
El 11 de enero, pocos días antes de la inauguración presidencial de Joe Biden, la administración de Trump anunció que Cuba fue designada nuevamente como “Estado Patrocinador del Terrorismo”.
El entonces secretario de Estado, Mike Pompeo dijo que la isla regresaba a la lista «tras el incumplimiento de su compromiso de dejar de apoyar el terrorismo como condición para su retirada por parte de la anterior administración en 2015», refiriéndose al gobierno de Barack Obama.
El régimen cubano “ha alimentado, alojado y brindado atención médica a asesinos, fabricantes de bombas y secuestradores, mientras que muchos cubanos pasan hambre, se quedan sin hogar y sin medicinas básicas”, dijo el secretario mediante un comunicado de prensa.
“Con esta acción, una vez más responsabilizaremos al gobierno de Cuba y enviaremos un claro mensaje: el régimen de Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y a la subversión de la justicia estadounidense”, añadió.
Tras su llegada al poder, Trump frenó el proceso de normalización de relaciones con la isla iniciado en 2014 por Obama, de quien Biden fue vicepresidente.
En mayo pasado, Washington había dado un paso en esta dirección con la inclusión de Cuba en la lista de países que “no cooperan completamente” con los esfuerzos antiterroristas de EE. UU., de la que también forman parte Venezuela, Irán, Corea del Norte y Siria.
Sin embargo, Biden no ha dejado en claro si planea retirar la designación a Cuba. A fines de enero, la secretaria de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que «revisaremos» las políticas hacia el régimen de Cuba y que tomarán «su propio camino».
En una entrevista con MSNBC el 1 de febrero, el secretario de Estado, Anthony Blinken, también dio una respuesta similar cuando se le preguntó si revocaría la designación de terrorista de la isla.
«Hubo una serie de acciones que la administración saliente tomó, incluyendo esa, que la tomó en los últimos días de la administración–pasos que podría haber tomado presumiblemente durante cuatro años y que tomó en las últimas cuatro semanas básicamente. Las estamos analizando todas».
Por su parte, un grupo de congresistas republicanos se mostró a favor de la acción de Trump y presentó el proyecto de ley FORCE para evitar que cualquier administración retire nuevamente a Cuba la designación.
“Este proyecto de ley le pide a cualquier administración, sea republicana o demócrata, que no puede quitar a Cuba de la lista de países terroristas hasta que no se porten bien”, dijo la republicana de Florida María Elvira Salazar, quien lideró el proyecto de ley, en un posteo de Facebook el 13 de enero.
“El proyecto de ley FORCE responsabiliza al régimen de Castro de albergar a fugitivos del sistema judicial de EE. UU., respaldar a los regímenes de Maduro y Ortega en Venezuela y Nicaragua respectivamente, y cometer actos violentos de terrorismo en nuestro hemisferio”, dijo Salazar en el documento.
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