Bradley Birkenfeld, exgerente del segundo banco más grande de Suiza y uno de los mayores informantes en la historia de EE.UU., dijo que cree que hubo un encubrimiento de especial interés por parte de funcionarios clave de la administración Obama.
Birkenfeld, que hace años hizo una serie de revelaciones sobre los clientes estadounidenses del UBS Group AG que evadieron cientos de millones de dólares en impuestos en Estados Unidos gracias a los acuerdos de secreto del banco suizo, dijo a Joshua Philipp de The Epoch Times en una entrevista, que los miembros de la administración Obama hicieron un trato con UBS que llevó al banco a pagar un acuerdo de 780 millones de dólares y solamente tenía que divulgar los nombres de unos 4700 de los 19,000 evasores de impuestos.
Afirmó que la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton era «cómplice criminal» por sus acciones en la intermediación de un acuerdo entre las autoridades suizas y el Servicio de Impuestos Internos (IRS) en el caso contra el UBS, que condujo a un acuerdo de enjuiciamiento diferido por cargos de fraude criminal.
«No solo Hillary Clinton fue cómplice criminal, sino que… ¿por qué la secretaria de Estado estaría involucrada en una investigación criminal internacional? Esa es la primera pregunta. La segunda pregunta es, cuando había 90,000 cuentas que entregué al gobierno, ¿por qué Hillary Clinton solo aceptó 4700 cuentas? Esa es una tasa de fallo del 75 por ciento», dijo Birkenfeld.
En el caso, UBS se enfrentó a la elección de violar las leyes del secreto bancario suizo al entregar los nombres de sus clientes o enfrentarse a cargos criminales en la corte federal de EE.UU. que podrían haber llevado a UBS a perder su capacidad de llevar a cabo negocios en Estados Unidos. El acuerdo mediado por Clinton, si bien vio a UBS pagar cientos de millones en un arreglo, impidió efectivamente que el IRS obtuviera acceso a alrededor de tres cuartos de las cuentas extranjeras ilícitas y evasivas de impuestos.
En una entrevista separada, Birkenfeld lo llamó un trato encantador para UBS, ya que los cerca de 780 millones de dólares que pagó fueron cerca de mil millones menos que las ganancias de sus cuentas ilícitas.
De acuerdo con un comunicado de prensa del Departamento de Justicia de EE.UU. (DoJ) de 2009 que hablaba de los detalles del acuerdo de enjuiciamiento diferido de UBS, UBS supuestamente hizo más que permitir a los estadounidenses ricos esconder miles de millones en cuentas en el extranjero que evadían impuestos. El Departamento de Justicia afirmó que los banqueros suizos viajaron a Estados Unidos 3800 veces para hablar de las cuentas en bancos suizos de sus clientes y «utilizaron laptops codificadas y otras técnicas de contravigilancia para ayudar a evitar la detección de sus esfuerzos de comercialización y las identidades y activos extraterritoriales de sus clientes estadounidenses».
El Departamento de Justicia también dijo que «los clientes de la empresa transfronteriza presentaron a su vez declaraciones de impuestos falsas en las que omitieron los ingresos obtenidos en sus cuentas en bancos suizos y no revelaron la existencia de esas cuentas al IRS».
«En virtud del acuerdo de enjuiciamiento diferido, el UBS también acordó abandonar rápidamente el negocio de prestación de servicios bancarios a los clientes de Estados Unidos con cuentas no declaradas. Como parte del acuerdo de enjuiciamiento diferido, UBS ha acordado además pagar 780 millones de dólares en multas, penalizaciones, intereses y restitución», dijo el Departamento de Justicia.
El Wall Street Journal informó que, tras el acuerdo, UBS multiplicó por diez sus anteriores 60,000 dólares en donaciones a la Fundación Clinton. El informe también dijo que UBS pagó más tarde al expresidente Bill Clinton 1.5 millones de dólares para participar en una serie de sesiones de preguntas y respuestas con el director ejecutivo de UBS Wealth Management, Bob McCann.
Birkenfeld afirmó que, al «no multar adecuadamente al UBS», Clinton «engañó a 350 millones de estadounidenses», llamándolo «el crimen por excelencia del siglo».
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