La Agencia Nacional de vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil comenzó a exigir este lunes en los puestos de frontera y en los aeropuertos el pasaporte de vacunación contra la covid-19 a las personas que lleguen al país, acatando una decisión de la Corte Suprema y contrariando al presidente Jair Bolsonaro.
En un comunicado, el ente regulador sanitario indicó que la decisión del Supremo Tribunal Federal (STF) era de carácter «inmediato» y «sin plazo de adecuación» y por eso la máxima corte del país «exige» de la Anvisa «evaluaciones puntuales» para los casos de los viajeros en tránsito que llegaron antes al país.
La Anvisa, además, indicó que aguarda la reglamentación interministerial en la que varias carteras, como las de Salud, Relaciones Exteriores y Defensa, entre otras, deberán definir las nuevas reglas.
La imposición del llamado pasaporte sanitario fue recomendada por instituciones como la Anvisa, la Defensoría Pública y el Tribunal de Cuentas de la Unión (órgano consultor del Congreso) tras la aparición de la variante ómicron, potencialmente más contagiosa y de la que ya se confirmaron por lo menos 12 casos en Brasil.
Sin embargo, el presidente Bolsonaro rechazó su implementación al alegar que la «libertad» de los individuos debe ser «respetada».
El magistrado Luis Roberto Barroso acató el pedido y, a pesar de que el Gobierno alegó que el reciente ataque de «hackers» a la base de datos del Ministerio de Salud impediría implementar la medida, exigió el «cumplimiento» de la misma de forma inmediata.
Brasil acumula 616,878 muertes y 22,200,953 contagios de covid-19, que lo confirman como el segundo país con más víctimas mortales en el mundo por la pandemia y el tercero con más casos.
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